El ‘caso subvenciones’ va directo a un reproche ético a la alcaldesa de Barcelona
Ada Colau admite finalmente que votó las ayudas a Observatori DESC, donde trabajó, algo que le recriminó el fiscal en el archivo de una querella anterior
5 marzo, 2022 00:00El caso subvenciones que afecta a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, toma visos de reproche ético. La instrucción de la causa judicial que estudia las ayudas municipales a Observatori DESC y otras entidades afines a los comunes confirma, hasta ahora, una cuestión que afloró en unas pesquisas anteriores y que puede llevarla a este correctivo. La primera edil pudo quebrar el deber de abstenerse cuando se aprobaron los pagos públicos a estas organizaciones. Ya se lo reprochó el fiscal en el archivo de la querella anterior y lo reconoció en su declaración ante el juez en el nuevo procedimiento.
Es lo que explican fuentes cercanas al caso. Indican que la munícipe reiteró ante el togado de la sala de Instrucción número 21 de Barcelona que votó las subvenciones a Desc y otras asociaciones en el seno de la Comisión de Gobierno donde fueron debatidas. Crónica Global lo preguntó en el pasado, sin obtener respuesta del Ayuntamiento de Barcelona.
Poco ético, pero no delito
De este modo, el caso subvenciones toma visos de reproche ético, y podría constituir incluso vulneración del código ético de la Administración local. Pero, salvo sorpresas en la instrucción, las fuentes jurídicas consultadas apuntan a que no constituirá indicio de delito que acabe en la apertura de un juicio oral. En otras palabras, está en cuestión si el hecho de que Colau votara las subvenciones es una pifia administrativa, pero parece casi descartado que sea un hecho delictivo.
De hecho, como explicó este medio, el gobierno municipal aprobó un código ético local cuando venció el deber de abstención de los concejales que tenían vínculos con Desc, Enginyeria sense Fronteres y otras asociaciones. Votar las ayudas económicas a estas plataformas genera muchas dudas en el campo ético y administrativo, pero difícilmente colisionará con el Código Penal, insisten las voces jurídicas consultadas.
¿Por qué no fueron nominativas?
El otro aspecto que alimenta la tesis de la añagaza ética es la recurrencia de las subvenciones, que además eran sin concurso. Como criticó el interventor municipal en su día, las ayudas por convenio a Desc, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y la Alianza contra la Pobreza Energética (APE), entre otras, tenían que haber sido incluidas en el presupuesto municipal de forma nominativa. Durante el primer mandato no ocurrió.
Ayer, en su declaración ante el juez y según los mismos interlocutores, la alcaldesa defendió que los pagos sin competencia directa no pudieron incluirse en las cuentas anuales municipales porque estas no se aprobaron durante los primeros años al frente del ayuntamiento porque no consiguió nunca los apoyos políticos para sacarlas adelante. Además, desde su defensa se alega que las dádivas pasaron los controles ex ante de intervención. De nuevo, ello sería administrativamente cuestionable, pero difícilmente constituiría delito.
Duda resuelta: Colau votó las subvenciones
La comparecencia judicial de Ada Colau en calidad de investigada por delitos de prevaricación, fraude en la contratación, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias y negociaciones prohibidas a funcionario público sí despejó otra duda. La primera edil de Barcelona reconoció por primera vez en sede judicial que votó los pagos en la comisión de gobierno.
Ello no es materia menor, pues este medio lo preguntó y jamás recibió respuesta. A esta admisión, la defensa de la también exportavoz de la PAH añadió tres matices. Que Colau votó ese punto del orden del día porque creía que no tenía intereses personales en la cuestión. Y que según la normativa vigente, aunque Colau se hubiera abstenido, la propuesta se habría aprobado igualmente. Porque no se puede sustituir a un concejal de una comisión de gobierno por su renuncia por posibles intereses. Y tres, que tras votar las subvenciones, Colau consultó al secretario municipal, que habría bendecido su voto.
La primera alcaldesa de Barcelona imputada
Todo ello se aclarará a medida que avance la instrucción. Por ahora, el caso no tiene nuevos elementos que indiquen que le va a costar un procesamiento formal a la alcaldesa de Barcelona. A la espera de la nueva información que arrojen las diligencias posteriores que se ordenen, no se espera que Colau se siente en el banquillo de los acusados. Está previsto que fiscalía no pida ninguna otra nueva prueba, pero que sí las solicite la acusación particular a quien, por cierto, Colau ayer no contestó.
Si la nueva práctica de pruebas arroja elementos nuevos, el caso subvenciones podría coger velocidad. En estos momentos, y con la información actual, se encamina hacia un nuevo reproche ético. Ello, no obstante, no le quita carga política, pues la jefa de la corporación es la primera alcaldesa de Barcelona que ha acudido a declarar en condición de investigada --nueva condición de imputada tras la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim)--.
La etiqueta es molesta, y quizá por ello Colau trató de evitar ayer la fotografía entrando en la Ciudad de la Justicia, avanzó Crónica Global en exclusiva. Porque un investigado es una vitola que, a otros políticos, su partido, los comunes, le habrían pedido la dimisión. De hecho, la confluencia de izquierdas lo recogió en su código ético, que en este caso no cumplirán al considerar que no ha habido ningún enriquecimiento personal ilícito sancionable.