Tras la investidura, comienza la inconfesable guerra por el control de TV3
De la presión de Antich al despido de Rahola, la pugna mediática no ha hecho más que empezar tras el cierre en falso del reparto de cargos de ERC y JxCat
25 mayo, 2021 00:00El control de TV3 y Catalunya Ràdio, así como de la publicidad institucional --departamento de Difusión-- fue uno de los grandes escollos en las negociaciones entre ERC y Junts per Catalunya (JxCat). Hasta el punto de que el acuerdo de gobierno se cerró en falso en lo que respecta a la gestión de esos potentes altavoces del proceso independentista, en manos convergentes desde hace casi 40 años.
Ambos partidos deben afrontar en los próximos días un inconfesable reparto de cargos que, en realidad, es competencia del Parlament.
Así lo dice la ley de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) aprobada en octubre de 2019, y que nunca se aplicó debido a las pugnas entre los socios de gobierno. Esquerra aspira a dirigir TV3 y Catalunya Ràdio, mientras que el área de Difusión quedaría en manos de JxCat, a pesar de formar parte de la Consejería de Presidencia. En ámbitos soberanistas se señala al periodista José Antich como el principal instigador de ese pulso que, por ahora, habría ganado Junts.
Despido de Rahola
La guerra mediática no ha hecho más que empezar, como lo demuestra la decisión de La Vanguardia de prescindir de la escritora y tertuliana Pilar Rahola, cuyo activismo a favor de Carles Puigdemont no encaja con un nuevo Govern que pone sordina a las posiciones independentistas más radicales. Está por ver cómo queda su sobredimensionada presencia --así lo demuestran los informes del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), ente regulador también pendiente de renovación-- en la televisión catalana.
Dicho de otra manera, Esquerra pide paso en una CCMA inmune a los recortes pues, no en vano, TV3 y Catalunya Ràdio están concebidas como una estructura de Estado. En efecto, el nuevo Govern gestionará una televisión catalana deficitaria donde solo el 16% de la audiencia se declara contraria a la independencia de Cataluña, según el barómetro publicado por el Centro de Estudios de Opinión (CEO) dependiente de la Generalitat a finales de 2020.
Déficit y aportaciones del Govern
En 2008, los ingresos publicitarios fueron de 135 millones, mientras que, en 2019, solo se ingresaron 54 millones (14 menos de los previstos en el presupuesto). Los costes de plantilla se han mantenido invariables, aunque con descenso de personal. En 2008, la CCMA tenia cerca de 2.700 trabajadores con un coste de 173 millones. En 2019, la plantilla era de 2.300 personas con unos costes prácticamente iguales, 172,6 millones.
Siempre que ha habido pérdidas se compensan con aportaciones presupuestarias por parte del Govern. Así, los dos últimos años se cerraron con equilibrio presupuestario gracias a dos aportaciones extraordinarias de la Generalitat de 7,9 (2019) y 10,3 millones de euros (2020). El año pasado, seis millones procedieron del Departamento de Cultura y 2,5 millones, de los fondos destinados a la lucha contra el Covid. Esta es la cantidad confirmada por fuentes de la CCMA, ya que el uso de esas ayudas con fines mediáticos ha provocado no solo un baile de cifras, sino una gran polémica política, ya que el Govern nunca ha aclarado si parte de ese dinero se ha destinado a pagar producciones externas, como el documental de Jaume Roures El judici, que le ha costado a TV3 440.000 euros.
Según la CCMA, de los 2,5 millones procedentes de los fondos Covid, 1,5 millones correspondieron a la compensación de pérdidas de ingresos publicitarios y el resto, a gastos derivados se la pandemia. De este modo, la aportación de la Generalitat se elevó a 238,6 millones en 2019 y a 250,4 millones en 2020, en ambos casos sobre un total de gastos más inversiones de 301,6 millones.
Lo que dice el acuerdo
El acuerdo firmado por ERC y JxCat arroja muy pocas pistas sobre las intenciones mediáticas del nuevo gobierno. Apenas unas pocas líneas en un documento de 46 páginas donde se prevé “fortalecer el liderazgo de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales como servicio público de comunicación audiovisual dotándola de un nuevo modelo”. A saber, “una dirección de la CCMA profesional, con financiación suficiente y estable, plantilla proporcionada, rejuvenecida y diversa, una estructura sencilla” y “una fórmula de financiación suficiente y estable”. Precisamente ayer, el presidente Pere Aragonès expresaba su predisposición a cambiar el modelo de TV3.
También se alude a “una apuesta decidida por los contenidos dirigidos al público infantil y juvenil y que sean ejemplares en el uso de la lengua” e “impulsar un plan de choque para reactivar el sector audiovisual, tanto en la producción de contenidos como en los ámbitos tecnológico, de infraestructuras y de servicios audiovisuales”. Finalmente, ambos partidos se comprometen a potenciar la coordinación audiovisual de Cataluña, Valencia y Baleares.
La ley de 2019, bloqueada
Un mayor mutismo existe respecto al reparto de cargos, un asunto que regula la ley de la CCMA aprobada en octubre de 2019 y que las disputas entre los socios bloquearon. Ello no impidió que, en la anterior legislatura, se filtraran los nombres de posibles candidatos, lo que puso en pie de guerra a los trabajadores y sindicatos de los medios públicos.
“Señor Aragonès: ha hecho una propuesta ‘radicalmente democrática’. Aplíquelo a los cambios necesarios en la CCMA de acuerdo con la ley que debe desgobernamentalizar sus medios. Desmienta que negociando el pacto de gobierno se han repartido influencia y cargos de TV3 y Catalunya Ràdio”, exigía recientemente el Sindicato de Periodistas y Profesionales de la Comunicación en la CCMA (SPC).
Profesionalidad
La nueva ley establece que los consejeros de la CCMA sean designados por mayorías cualificadas de al menos dos tercios del Parlamento a propuesta de al menos tres grupos, y cumplan los requisitos para reforzar su independencia y su profesionalidad. Y también que los directores de los medios se escojan por concurso público.
“Por ello, para dejar atrás los pactos cremallera de reparto de cargos entre los partidos del gobierno, reclamamos de los grupos parlamentarios que se pongan ya a acordar un Consejo profesionalizado, independiente del gobierno y de los partidos, que garantice una programación de los medios de la Corporación abierta al conjunto de la ciudadanía”, exigen el Comité de Empresa de TVC, el Consejo Profesional de Programas y el Consejo Profesional de Informativos de TV3.
El PSC, decisivo
Apuestan por “una CCMA fuerte, con un presupuesto plurianual suficiente y estable para hacer frente al futuro y a las transformaciones del sector audiovisual. Es necesaria una dirección profesional que entienda que los medios públicos son también una potente y eficiente industria de producción audiovisual que garantiza el espacio de comunicación catalán y que debe mantener calidad y credibilidad en un mercado muy competitivo”.
En esa mayoría parlamentaria tendrá mucho que decir el primer grupo de la Cámara catalana, PSC-Units, que con 33 diputados será decisivo. El líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, advierte de que, antes de negociar nombres, exigirá la refundación de TV3. El partido ha elaborado el documento La refundación de la CCMA con 12 medidas para impedir que los medios catalanes sigan siendo “un altavoz de contenidos independentistas cada vez más radicalizados, en contraposición con el principio fundamental de pluralidad, inherente al servicio público audiovisual”. Asimismo, el PSC propone un análisis de los costes estructurales y laborales, los niveles de eficiencia y productividad.