Los causantes de los disturbios en BCN: Arran, antisistema, y minoría de anarquistas extranjeros
Entre los violentos, casi todos catalanes, aparecen cachorros de la CUP, antifascistas, universitarios y los que solo se apuntan a los pillajes
21 octubre, 2019 00:00Si bien todos son extremadamente jóvenes, violentos y en su mayoría, catalanes, no existe un único perfil de los que han sembrado el caos en Barcelona durante esta semana, tras la condena del Tribunal Supremo a los líderes del procés. Entre ellos, la mayoría miembros de Arran, pero también colectivos antisistema, otros que solo se apuntan a los pillajes a tiendas en medio del caos, y una minoría de grupos anarquistas originarios de otros países europeos, pero residentes en el territorio.
Efectivos de Mossos d’Esquadra admiten su preocupación ante las técnicas de “guerrilla urbana” que han desplegado los radicales, y que no habían visto nunca en la ciudad. Entre las armas que utilizan, tirachinas que lanzan proyectiles de acero, como el que perforó el casco de un agente de la UIP, que se encuentra en estado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un centro sanitario catalán. El balance, hasta el momento, es de más de 300 agentes heridos. “No les detiene nada, buscan la confrontación directa con la policía, rodean los furgones y esperan a que abran las puertas para tirar cócteles molotov dentro”, explican fuentes del cuerpo.
Jóvenes radicales
Según han podido detectar los agentes, la mayoría son jóvenes de Arran, cachorros de la CUP, menores o de entre 19 y 21 años, “no más”. Tras ellos, antisistema, antifascistas, y “antitodo, pero catalanes”, explica a Crónica Global Inma Viudes, portavoz del sindicato de Mossos SAP-FEPOL. El tercer grupo que han identificado son universitarios, y detrás vendrían “los que se apuntan a los pillajes”, saqueos de tiendas de ropa y telefonía, que han perpetrado algunos menores extranjeros tutelados por la Generalitat, los denominados MENAs.
Por último, y en un número muy reducido, en comparación al resto de implicados en los disturbios, el “colectivo anarquista de origen italiano, alemán y francés, que reside en el territorio desde hace años”, apunta Viudes. “Claro que hay infiltrados, pero son una minoría, en contra de lo que se ha difundido los últimos días”, desmiente. Los datos de los detenidos lo confirman y es que, según el Ministerio del Interior, el 87% son de nacionalidad española, y solo el 13% de otros países.
Ofensiva contra la policía
Durante esta semana, los disturbios en la calles de Barcelona, que han sembrado escenas de caos y miedo, con barricadas en llamas, lanzamiento de adoquines, artefactos explosivos y bolas de acero contra la policía, han puesto en jaque a las fuerzas de seguridad. Sus protagonistas, se han valido de técnicas extraídas del Black bloc, un manual antisistema que predica cómo rodear a los antidisturbios, y cuándo “atacar”. Entre los consejos, arrojar cócteles molotov a 130 grados para derretir el traje de los agentes, o “lanzar cohetes a helicópteros”.
Y así es como han actuado los radicales en la capital catalana. El pasado viernes, cuando se registró la noche con más incidentes violentos, algunos de sus protagonistas mantuvieron un enfrentamiento estratégicamente diseñado en la calle Comptal, en su confluencia con Portal de l'Àngel, contra la Policía Nacional. Esperaban a que estos tuviesen que recargar las pistolas de pelotas de goma para organizar nuevas ofensivas con artefactos incendiarios. De sus mochilas sacaban palancas para arrancar adoquines y usarlos como arma arrojadiza. Tras la respuesta con gas pimienta, huían en desbandada, y volvían una y otra vez al ataque.
Bolas de acero
Al paso de los furgones de Mossos y nacionales, los organizadores de los disturbios lanzaban proyectiles de acero y botellazos. Vehículos a los que también han pinchado las ruedas. Su intención, hacer bajar a los policías. Momento que han aprovechado para blandir artefactos incendiarios, y arrojarlos hacia su interior. “No escapan de los agentes; al revés. Buscan que el furgón pare. El nivel de violencia y cómo intentan golpearte, es algo que aquí no se ha visto”, manifestó Toni Castejón, portavoz del sindicato mayoritario de Mossos, días atrás.
Desde USPAC denuncian a este medio la falta de equipamiento de los agentes de las Àrees Regionals de Recursos Operatius (ARRO), que han tenido que plantar cara a los radicales. “No podemos trabajar en estas condiciones y con esta falta de material. Por eso se han producido fracturas de brazo, por no contar con las protecciones necesarias”, lamentan desde el sindicato de la policía catalana, que denuncia “la gravedad de la situación” durante la última semana en Barcelona.
Manifestantes frenan a los violentos
Una escalada de violencia que frenó el pasado sábado, cuando manifestantes independentistas impidieron que los causantes de convertir la ciudad en un polvorín la noche anterior, volviesen a las andadas durante la manifestación que convocaron los CDR en Urquinaona con Via Laietana. Fue en ese mismo punto en el que, a pesar de varios momentos de tensión, y una barricada metros más atrás, los simpatizantes soberanistas, al grito de som gent pau, impidieron el paso de los violentos, que buscaban nuevos enfrentamientos con la policía.
Este domingo, a pesar de las concentraciones ante varias comisaría de Cataluña para protestar contra las detenciones, la concentración con bolsas de basura ante la Delegación del Gobierno en la capital catalana, y los cortes de carreteras en Meridiana y Diagonal, las protestas han vuelto a desarrollarse sin mayores incidentes.