Arran ataca ahora una comisaría de la Policía Nacional
Los radicales, tras señalar la casa del juez Pablo Llarena el miércoles, cometen un nuevo acto de 'kale borroka' contra la sede policial más hostigada de Cataluña
16 noviembre, 2018 10:23Arran ha atacado la comisaría de la Policía Nacional de Terrassa (Barcelona) por cuarta vez en menos de un año. Los cachorros de la CUP han lanzado pintura contra la sede policial dos días después de señalar, también con pintura amarilla, el domicilio del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena en el municipio barcelonés de Sant Cugat del Vallès. Esta vez y también de madrugada, los radicales enmascarados se han cebado contra unos de los edificios oficiales más amenazados de Cataluña.
Los antisistema, contra los que Ciudadanos presentó ayer una denuncia ante la Fiscalía por incitación al odio, han justificado su envite contra el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) alegando que "si tocáis a los compañeros, atacaremos las comisarías", lema acompañado de una imagen con fuego. Los radicales se referían así a la detención de tres miembros del grupo juvenil, a la sazón activistas de los autodenominados comités de defensa de la república (CDR), que fueron arrestados por la Policía Nacional por las agresiones durante la manifestación de Jusapol en Barcelona el pasado 29 de septiembre.
Ataque al domicilio de Llarena
Cualquiera que fuera el pretexto de Arran, el acto vandálico de la organización antisistema llega 48 horas después de que atacaran uno de los domicilios en Cataluña de Pablo Llarena, juez de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. El acto de señalamiento del miércoles lo detectaron los agentes de los Mossos d'Esquadra a las 7.40 horas de la mañana, aunque se cometió de madrugada. El cuerpo autonómico de seguridad inició una investigación al momento, aunque Ciudadanos no esperó a la respuesta policial y prefirió presentar denuncia ante la Fiscalía especializada en delitos de odio de Cataluña por incitación a la violencia contra un colectivo.
Arran lanza pintura amarilla contra la casa del juez Llarena
El episodio de hostigamiento del grupo radical contra el magistrado provocó condenas prácticamente unánimes de los partidos políticos y el estamento judicial. Precisamente, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) exigió ayer al Ministerio del Interior, a la Consejería catalana del ramo y a la Fiscalía que emprendieran acciones contra los autores del ataque contra el apartamento del juez Llarena. El órgano de gobierno de la justicia consideró que la acción simbolizaba una agresión contra los jueces que ejercen en Cataluña, por lo que pidió también reforzar las medidas de seguridad de los letrados.
"Similar a los nazis"
Antes de la petición del ente de gobierno del Poder Judicial, las asociaciones de jueces también cargaron duramente contra el acto amenazante de Arran contra Pablo Llarena. Lo hizo, por ejemplo, la delegación catalana de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), a la que perteneció el magistrado que instruye la macrocausa por el procés independentista en Cataluña. La agrupación comparó el ataque con pintura amarilla de Sant Cugat con La Noche de los Cristales Rotos que el régimen nazi orquestó antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. "El propósito que anima esta agresión es lo mismo: imponer una idea por la fuerza", alertó la agrupación de letrados.
El ataque de Arran contra 'Crónica Global'
Cualquiera que fueren las valoraciones, lo cierto es que los dos ataques de esta semana de Arran se suman a una larga lista de actos vandálicos que los radicales vinculados a la CUP han perpetrado este año. El ejercicio empezó con los antisistema atacando a martillazos las oficinas de Crónica Global en Barcelona. Tras ello, los jóvenes empezaron su ofensiva contra Llarena: pintaron la palabra fascista ante el chalé del magistrado en Das (Girona), aunque erraron de vivienda. Después, arremetieron contra la propia comisaría de la Policía Nacional de Terrassa; reivindicaron ataques contra pisos turísticos; pincharon ruedas de bicicletas de alquiler; se cebaron contra comercios en Sant Cugat; se encadenaron en el Parque Güell de Barcelona o participaron en el acoso a la manifestación de Jusapol en Barcelona el 29 de septiembre.