El sectarismo de los Mossos d'Esquadra y TV3 sublevó finalmente a la calle en Cataluña. La concentración en Barcelona para arropar a Lidia, la mujer agredida por retirar lazos amarillos en la Ciudad Condal días atrás, mutó ayer en protesta contra el independentismo de la Generalitat de Cataluña y los brazos del Gobierno autonómico que el constitucionalismo percibe como hostiles.
Entre 600 personas, según la Guardia Urbana, y un millar, según Ciudadanos, convocante de la movilización, mostraron su apoyo a la ciudadana golpeada por un hombre delante de sus hijos el pasado sábado, pero sobre todo denunciaron el proyecto secesionista del Gobierno catalán, que tildaron de "excluyente" y "sectario" para "la mayoría de ciudadanos de Cataluña". Lo hicieron en un ambiente caldeado, en el que hubo momentos de tensión, con una agresión a un reportero de Telemadrid, pero también cánticos contra el expresidente autonómico huido Carles Puigdemont, la televisión autonómica TV3 y la policía catalana.
"Que Quim Torra rectifique"
La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, conminó al president Quim Torra a "que rectifique, que acate la Constitución y el Estatut y que retire los símbolos políticos partidistas del espacio público". Bajo su punto de vista, "lamentablemente la fractura social que ha provocado el proceso separatista tiene consecuencias". Recogiendo el malestar de los manifestantes, a veces indignación abierta, Arrimadas también lamentó que se cuestionara la versión de la mujer agredida, hecho que atribuyó a "la televisión pública de Cataluña".
Manifestantes ayer en la protesta para arropar a la agredida por quitar lazos amarillos / CG
Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso y exministra de Sanidad, Dolors Montserrat, apuntó al Gobierno como culpable de la "crecida de la ruptura de la convivencia en Cataluña". La diputada en el Congreso de Diputados agregó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez es "pasivo y responsable por omisión y dejación de sus funciones", ya que, según ella, "no está defendiendo a los catalanes no independentistas". Le conminó pues a proteger la "seguridad, la convivencia y las libertades" en la región.
"Los Mossos: una policía política"
Los mensajes enviados por Arrimadas reflejaron perfectamente el sentir de los manifestantes. Valls, que se definió en conversación con este medio como una "catalana de dos apellidos" --aunque prefirió no revelarlos--, lamentó que el Ejecutivo de JxCAT y ERC "utilice a los Mossos d'Esquadra como una policía política". En referencia a Lidia, la mujer agredida en Barcelona el sábado, criticó que "no se puede tolerar que unos quiten lazos y que, cuando otros van a retirarlos, los multen o ataquen".
"Un hombre puede ser violento, tenga la ideología que tenga --continuó la ciudadana, ataviada con una bandera rojigualda en la espalda--, pero lo que no es de recibo es que un gobierno autonómico te multe con hasta 30.000 euros por hacer una cosa en la calle y al otro no. Eso no es democracia".
"Estamos abandonados por el Estado"
Más duro incluso se mostró Julià Barrero, que no tuvo reparo en dar su nombre y apellido: "Ponlo completo". En su opinión, el puñetazo a Lidia por retirar lazos amarillos en Barcelona el sábado "es un acto nazi". Lo que lo soliviantó, no obstante, fue "la actitud del Estado". ¿A qué se refirió? "Estamos abandonados por el Estado. Nos han abandonado a nuestra suerte a merced de los independentistas", se quejó.
Una manifestante con un cartel que reza: "No somos bichos, somos pueblo" / CG
"El puñetazo a Lidia --prosiguió-- no es un acto aislado. Hay agresiones cada día a los que no somos secesionistas en Cataluña. No todo son ataques físicos claro, ni son todos los días, pero hay coacciones, te orillan o te tratan como un paria si no comulgas con su ideología. Por suerte, hay valientes que defienden a Cataluña y a España. Hoy nos hemos reunido unos cuantos".
"Los independentistas hacen lo que quieren"
En una protesta en la que la media de edad se situaría en torno al medio siglo, era difícil encontrar a jóvenes. Pero los había. Una de ellas era Amanda Pérez. A sus 18 años, ¿por qué salió ayer a la calle con una roijgualda anudada al cuello? "Tengo la necesidad de manifestarme porque lo que pasó no está bien. Y porque existe un sentimiento de que somos españoles y vivimos en Cataluña. Parece que no existamos, pero sí, estamos aquí", defendió en conversación con este medio.
"Me parece fatal la agresión a una persona que hizo lo que ella cree correcto --argumentó la estudiante en relación al brutal ataque por quitar lazos amarillos-- cuando los independentistas salen a la calle una y otra vez y hacen lo que quieren". Por lo que respecta a los partidos constitucionalistas, la joven puso deberes a las formaciones. "Podrían hacer más. Podrían llamarnos a salir a la calle más a menudo, como hemos hecho hoy [por ayer]", aseveró Pérez.
Puigdemont, Mossos y TV3
Hasta la convocatoria de nuevas protestas, la movilización de ayer para apoyar a Lidia tuvo tres focos. Arrancó pasadas las siete de la tarde en la puerta del Parque de la Ciutadella, donde fue agredida la madre de tres hijos el sábado por retirar lazos amarillos. En aquel momento, los cánticos más repetidos fueron contra el expresidente catalán huido de la justicia, Carles Puigdemont, a quien los congregados enviaron a prisión, contra TV3 y los Mossos d'Esquadra.
Una pareja envuelta en una señera catalana, él, y en una bandera española, ella / CG
Tras hacer declaraciones a la prensa, Inés Arrimadas y Albert Rivera se retiraron del lugar en olor de multitud. Los concentrados, no obstante, bascularon un poco hasta cortar el Paseo de Pujades y encararse a las furgonetas del Área Regional de Recursos Operativos (Arro) de los Mossos d'Esquadra. "¿Dónde estabais el 1 de octubre?", les gritaron en varias ocasiones. También dejaron claro que aquella "no era su policía" y afloraron vivas a la Guardia Civil y al Cuerpo Nacional de Policía (CNP).
Se ondearon banderas de España, del corazón tripartito de Ciudadanos, se mostraron carteles de #lasCallessonDeTodos y de Libertad. Pese a las reseñas de algunos medios independentistas y la movilizacion de la galaxia tuitera secesionista, apenas se vieron banderas o eslóganes ultras, ni hubo más algaradas salvo las dos refriegas iniciales contra Lagarder y el cámara de Telemadrid. Sí hubo, y en abundante cantidad, sombrillas roijgualdas, enseñas de la plataforma de policías por la equiparación Jusapol y señeras.Y, sobre todo, mucho cabreo con el Govern de Quim Torra y el uso que hace el presidente catalán de la televisión pública y la policía autonómica.