Varias personas sujetan abanicos decorados con los colores de la bandera española / ESPAÑOLES DE A PIE

Varias personas sujetan abanicos decorados con los colores de la bandera española / ESPAÑOLES DE A PIE

Vida

Reparten abanicos con la rojigualda para pedir "aire fresco" ante el independentismo institucional

Una campaña realizada en diferentes ciudades españolas busca visibilizar la "presión secesionista" de la sociedad en varios territorios

15 agosto, 2018 00:00

Durante la última semana de julio, más de 25.000 abanicos de cartón endurecido con los colores de la bandera de España acabaron en las manos de vecinos, visitantes y turistas que se encontraban en Barcelona, Valencia, Palma de Mallorca y Santiago de Compostela. Este refrescante complemento, de gran utilidad durante el verano, es el símbolo que una campaña ha elegido para aportar “aire fresco” a la política española y visibilizar la “presión secesionista” sobre “miles de personas anónimas” en las comunidades autónomas con varias lenguas oficiales y la imposición del idioma regional, en lugar del castellano, por parte de las instituciones del territorio.

Es la segunda vez que esta iniciativa --impulsada por las asociaciones Españoles de a pie y España Generosa-- se pone en marcha durante el verano, aunque este es el primer año en el que se realiza en varias ciudades del país. “El año pasado ya hicimos lo mismo en Barcelona y el gesto tuvo mucha acogida así que lo hemos querido replicar en varios lugares”, explica Santiago Ribas, portavoz de la campaña y miembro de España Generosa.

Respuesta a los lazos amarillos

El abanico simboliza, según Ribas, el “soplo de aire fresco” que necesitan las instituciones públicas para “recuperar el sentido de unidad” ante los diferentes territorios donde el secesionismo ha cogido fuerza durante los últimos años. “Esta es nuestra respuesta a los lazos amarillos y cruces en las playas”, asevera.

La petición que hacen desde estas asociaciones es la de acabar con “la imposición lingüística en las aulas” que parte desde las instituciones competentes --es decir, los gobiernos regionales: la Generalitat de Cataluña y de la Comunidad Valenciana, el Govern de las Islas Baleares y la Xunta de Galicia--. Según el portavoz de las asociaciones, el secesionismo ha recibido un apoyo “masivo” por parte de estos organismos que deben representar a “toda la sociedad”. Y para ello, la “libertad lingüística” de poder recibir la educación en el idioma vehicular utilizado en todo el país es “necesaria”. 

Buena acogida de la sociedad

Las asociaciones impulsoras han tildado de “exitosa” la iniciativa, que ha contado con la ayuda de cientos de voluntarios para recorrer las calles de las distintas ciudades y repartir los abanicos con la rojigualda. Admiten que en “alguna ocasión” se han tenido que enfrentar a personas que “rompen el abanico en nuestra cara” y a algún que otro “insulto” en las calles de Barcelona, pero en general, los transeúntes aceptan el regalo con buen talante, se abanican e incluso “nos dan las gracias”.

Santiago Ribas se encuentra completamente seguro de que “la inmensa mayoría de la sociedad catalana está sanamente orgullosa de ser española” y por esta razón piden el “apoyo a la sociedad civil desde las distintas administraciones”. Esta es la única manera en la que podría realizarse un “debate público en igualdad de condiciones”, asegura.

Más actos de cara a octubre

Las organizaciones impulsoras de la campaña saben que octubre será un “mes bastante movido” respecto a actos públicos relacionados con el independentismo en Cataluña, por lo que también se encuentran organizando actividades para visibilizar a la parte de la sociedad a favor de la unidad. Así, están en contacto con la asociación Hablamos español y colaboran con ella organizando una manifestación a favor de la libertad de elección de lengua en la enseñanza, que tendrá lugar el 16 de septiembre.

Otro de los proyectos que han llevado a cabo --ésta, durante el último mes de curso lectivo-- es el reparto del cómic El Català, un héroe ataviado con la bandera de Tabarnia como capa. Esta novela ilustrada pretende, según consta en el blog de Españoles de a pie, “animar a los estudiantes a que se rebelen contra la opinión que está intentando imponerles el nacionalismo” a través de historietas.