Puigdemont quiere ser investido el 18 de febrero
Artadi insta a desobedecer y afirma que el acuerdo sobre la designación del futuro presidente es inminente, mientras que los letrados del Parlament discrepan sobre los plazos
7 febrero, 2018 11:40Carles Puigdemont quiere ser investido presidente de la Generalitat el 18 de febrero en el Parlament. Mientras su entorno llama a la desobediencia, en el más puro estilo CUP, el candidato rechaza actos simbólicos, como proponen ERC y PDeCAT, y pretende tomar las riendas del futuro gobierno catalán de forma efectiva.
El expresident puso fecha y hora para las investiduras de un doble Govern: uno “en el exilio” y otro en Barcelona, según informa La Vanguardia. Puigdemont propuso la creación de un Consejo de la República encabezado por él mismo y que procedería a invertirlo el 18 de febrero como presidente mediante una asamblea de cargos electos que se celebraría en un acto en Bruselas.
También en Barcelona
Asimismo, el cabeza de lista de JxCAT plantea otra sesión de investidura en el Parlament para el día 21 ó 22 de febrero para ser elegido también como presidente de la Generalitat, opción esta última que choca con la postura de ERC, contraria a cualquier desafío jurídico que implique responsabilidades penales para los diputados. De ahí que los republicanos y PDeCAT opten por una investidura simbólica de Puigdemont, algo que los convergentes de JxCat rechazan.
Precisamente hoy, la portavoz de JxCat, Elsa Artadi, ha insistido en la necesidad de que Puigdemont sea nombrado presidente de la Generalitat en el Parlament aunque aunque esto implique no acatar la orden del Tribunal Constitucional, que ha prohibido la investidura a distancia y permite que Puigdemont acuda personalmente a la sesión, previa autorización del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que le investiga por rebelión, sedición y malversación.
Según Artadi, el acuerdo entre las formaciones independentistas está lo suficientemente maduro, y su anuncio es inminente.
Discrepancias sobre el informe de los letrados
En paralelo, las discrepancias internas entre los letrados del Parlament han obligado a rehacer el informe sobre los plazos para la investidura y a elaborar un texto alternativo, que podría no firmar el letrado mayor, Antoni Bayona.
El informe, solicitado por la Mesa del Parlament tras el aplazamiento del pleno de investidura la semana pasada por parte del presidente del Parlament, Roger Torrent, debe resolver si corre o no el reloj de la cuenta atrás de dos meses para nuevas elecciones. En principio, todos los letrados coinciden en que el plazo no se ha puesto en marcha puesto que no hubo votación, pero discrepan en las fórmulas para desbloquear la situación.