La frase más usada por Mariano Rajoy cuando era presidente del Gobierno era “la economía va bien; mejor no cambiar nada”. España tiene un porcentaje del 17% de consumo de energía producido con fuentes renovables, similar al promedio europeo. Y durante los años que estuvo Rajoy no hizo nada por desarrollarlas y el porcentaje se ha mantenido constante.
Pero realmente Rajoy sí cambio cosas: aprobó una ley para poner todas las trabas posibles al desarrollo del autoconsumo fotovoltaico.
1. ¿Qué ha supuesto para los españoles la política del PP antirenovables?
En los años de Rajoy en la Moncloa el coste de producir con energía solar se desplomó. De hecho, en estos momentos es --junto a la energía eólica-- la energía más barata para producir electricidad. Y ayuda a explicar la paradoja de que Suecia (con la mitad de horas de sol que nosotros) produzca el triple con energías renovables que España.
España es el país de Europa con más horas de radiación solar. Eso supone que nos ha tocado la lotería ya que, por primera vez desde la máquina de vapor y la revolución industrial a mediados del siglo XVIII, España dispone de la fuente primaria de energía abundante y barata. Más barata imposible. Pagas la inversión inicial, las placas duran 25 años y el coste marginal de producir electricidad está próximo a cero.
2. Todavía existe demasiada burocracia y resistencia a la energía solar y el autoconsumo
En las facultades enseñamos que en mercados competitivos el precio de mercado es igual al coste marginal. Cuando la inversión crezca durante las horas del día (con sol) el precio de la electricidad en el mercado eléctrico español tenderá a cero. Eso cambia el paradigma energético mundial.
El nuevo Gobierno empieza a facilitar la inversión en renovables, aunque hay mucha burocracia y resistencia al cambio dentro de la misma administración y también en las empresas eléctricas que se resistirán a perder negocio.
Es clave que el Gobierno elimine todas las barreras en las comunidades de vecinos de viviendas ya construidas, especialmente en las grandes ciudades, para que las familias españolas reduzcan su factura de la luz, aumenten su renta disponible, reduzcan las emisiones contaminantes y conseguiremos ciudades más habitables.
En seis Estados de EEUU la instalación de placas fotovoltaicas ha sido el sector que más empleo ha creado el pasado año. La gente nos pregunta a los economistas ¿dónde surgirán los nuevos empleos en la era de la tecnología global? En España ya sabemos que el sector de renovables --y en concreto, el autoconsumo en energía solar en edificios-- será el sector que más empleo cree en los próximos años.
El pasado es incierto y no se puede cambiar, pero el futuro es ilusionante. Cuando alguien te repita los mantras “la fotovoltaica no es rentable” o “está prohibida por ley”, aléjate de él.
Hasta las empresas eléctricas y las petroleras, Repsol por ejemplo, están invirtiendo en fotovoltaica. Mi consejo: pide un presupuesto para que te instalen placas en tu vivienda o en tu empresa.
Seremos los ciudadanos los que aprovechando la nueva tecnología solar consigamos un pequeño planeta mejor para nuestros hijos y los que ayudaremos a reducir el desempleo y a mejorar los salarios en nuestra querida España.