Rufián huele a Varón Dandy
Gabriel Rufián va de moderno, de descarado, de tipo cabal y con principios. De persona que va de frente, que lucha contra molinos de viento y que defiende a la gente. Pero en realidad se acicala con un perfume mezcla de naftalina y Varón Dandy, una fragancia a la altura de su discurso, que supura el nacionalismo más rancio y casposo, el de la superioridad moral de media Cataluña que desprecia a la otra media.
Cuando presume de "charnego" para justificar que sus jefes no son supremacistas, sino que les gusta 'integrar' a lo que realmente consideran 'white trash', un gatito llora
Cuando presume de "charnego" para justificar que sus jefes no son supremacistas, sino que les gusta integrar a lo que realmente consideran white trash, un gatito llora. Porque los gatitos son sensibles y notan cuando un tipo malo quiere aprovecharse de la buena gente. Por eso, cualquier día que Rufián suelte su sarta habitual de medias verdades y provocaciones desde la tribuna del Congreso, verá acallado su discurso por un coro de adorables felinos de angora.
Por eso, porque los gatitos no deben sufrir y han de ser felices, Rufián debe dedicarse a otras cosas. Debe dimitir de diputado y puede expurgar sus pecados ofreciéndose para ser el primer voluntario que vuele hacia Marte. Si le admiten, y es posible que lo consiga si los responsables de la NASA ponen el baremo en la mitad de las cualidades que Rufián se piensa que posee, nos libraría de su presencia durante decenios.
Y si sobrevive y llega a Marte, podrá ondear la bandera estelada sobre la superficie del Planeta Rojo. Y mucho antes de que llegue una misión de En Comú Podem. Él contento y nosotros contentos. ¿Qué más se puede pedir? ¿Para cuándo un convenio de 20.000 millones de euros a cargo del FLA entre la NASA y la Agencia Espacial Catalana presidida por el Minister Romeva?