La escritora uruguaya Cristina Peri Rossi, Premio Cervantes 2021

La escritora uruguaya Cristina Peri Rossi, Premio Cervantes 2021

Poesía

Peri Rossi, erotismo y exilio

La escritora uruguaya, Premio Cervantes, ha creado entre Montevideo y Barcelona, una obra rompedora que es dinamita contra la moral y las buenas costumbres

12 noviembre, 2021 00:00

Como un regalo de cumpleaños adelantado –y no mal regalo, desde luego, pues hablamos de 125.000 euros– el ministro Iceta anunciaba la concesión del Premio Cervantes 2021 a Cristina Peri Rossi, que hoy, 12 de noviembre, cumple 80 años. Quizá muchos números –fechas, años, importe, edad– para referirnos a alguien que ha entregado su vida a las letras, como recoge la argumentación del jurado, que ha resaltado en la escritora uruguaya la entrega a una vocación. También señala la conexión de continentes y países de nuestro ámbito idiomático, pues además del pasaporte del país en el que nació Peri Rossi tiene pasaporte español, y no pasa por alto el comunicado oficial el tema del exilio, que ha marcado a la autora como a muchos colegas latinoamericanos. Finalmente, ha aducido dos hechos más, uno literario y otro sociológico aupado por la política: el cultivo de diversos géneros (poesía y prosa) y la reivindicación del género (del sexo de la mujer, desde el feminismo).

Como es lógico en cualquier decisión emanada de las alturas, esta última razón tiene más peso práctico que las demás y es la decisiva. Es lo que ocurrió con el Premio Nobel de Literatura hace pocas semanas, pero agravado, cuando nada se dijo de la calidad de página del pronto olvidado autor originario de Zanzíbar, de sus resortes técnicos o innovaciones formales y todo se redujo a la salmodia habitual sobre postcolonialismo. No obstante, sería un error creer que el carácter subversivo, por la impronta feminista y lésbica de la obra de Peri Rossi (sobre todo cuando comenzó a publicar en su país natal en los años sesenta, y por el que tanto pagó) es lo que le ha granjeado únicamente el galardón. 

Cristina Peri Roosi (1986) : ELISA CABOT

Cristina Peri Rossi (1986) / ELISA CABOT

El asunto sexual puede ser el bajo continuo que suena de fondo en su obra, ligado al de la pérdida de su país, pero el erotismo y el exilio cristalizan ambos en obras literarias (cuentos, evocaciones memorialísticas, novelas y poemas). Para bien y para mal es por esto por lo que hay que juzgarlas. Y en la película de suspense sobre si de verdad es merecedora del premio adelantaremos ya que el asesino es el mayordomo, quiere decirse que sí, que es justamente acreedora de esos laureles, no importa que muchos otros lo pudieran serlo igualmente, llegaran o no a las deliberaciones. Y esto por esa credencial (en su caso, tercer pasaporte) que Peri Rossi exhibe en las aduanas de la literatura: una creación importante, por más que en la actualidad ese pasaporte esté ya deteriorado, gastado, con algunas arrugas, dobleces, cicatrices.

Decir que es la sexta mujer que obtiene el Cervantes importa y refleja la gran distancia histórica que aún hay en la distribución de gloria social entre hombres y mujeres. Pero recordar que la han precedido María Zambrano (1988), Dulce María Loynaz (1992), Ana María Matute (2010), Elena Poniatowska (2013) e Ida Vitale (2018) debe servir también para destacar que la última ganadora es de Uruguay, como ella, como la estremecedora Idea Vilariño, igualmente de Montevideo. País pequeño, ciudad tampoco inabarcable bellamente reflejada en la novela más conocida de Pedro Mairal, esa villa al norte de la desembocadura del Río de la Plata es uno de los centros sobre los que gravita poéticamente el idioma español. De allí se tuvo que marchar Peri Rossi cuando fue hostigada por quienes al poco de partir instauraron una dictadura militar que duró de 1973 a 1985.

Evohe

Antes de salir con lo puesto y sus papeles y establecerse en Barcelona, publicó el volumen de relatos Viviendo (1963) y el libro de poemas Evohé (1971). Esta es desde luego una obra rompedora, dinamita aplicada al edificio de la moral y las “buenas costumbres” con poemas en los que la autora sí se atreve a decir el nombre de su amor, que es lésbico (en su obra en prosa y al referirse a sí misma en otros lugares, Peri Rossi no es tan explícita y tiende a las zonas de sombra y la ambigüedad). “Vía crucis” es meridiano en la descripción del sexo oral, pero donde la mojigatería puede ver solo una expresión pornográfica (que evidentemente no lo es), el lector con mente abierta aprecia una bien trabada alegoría.

El uso del lenguaje es eficaz, se advierte un gusto por él que va de la mano de lo erótico, como en el dístico “Las mujeres son todas pronunciadas, / y las palabras, son todas amadas”. Que cuide la sonoridad de los versos no significa que abrace la ortodoxia del verso medido. De hecho, la mayoría de sus poemas carecen de puntuación o esta apenas aparece esbozada, y el ritmo fluye a su antojo pero no en el versículo, opción por la que también podría haber optado, sino generalmente por el verso corto, balbuceante o podríamos decir gimiente, que con tanto virtuosismo empleó Vilariño (combinando metros que en Peri Rossi son más elásticos).

julio cortázar y cris 416x624En la España de los primeros setenta un escritor ya no corría el peligro que en el Uruguay de entonces, pero también podía tener dificultades, y Peri Rossi las tuvo, de manera que se trasladó una temporada al París post-sesentayochista y fue bien recibida allí por Julio Cortázar, con quien alcanzaría una íntima amistad. Él escribió para ella quince poemas y en 2014 Cris, como la llamaba el grandullón argentino, publicó un memorial de aquel tiempo: Julio Cortázar y Cris. También le dedicó una biografía: Julio Cortázar (2000). Fruto de la sensación de desarraigo que en mayor o menor medida asalta a todo exiliado son sus libros Exactamente como los argelinos en París (1973) y Descripción de un naufragio (1975), donde practica con vanguardismo moderado incluso un poema visual con forma de velero que afortunadamente no se queda en el garabato y tiene en su bodega verdadero contenido. 

En la España de los primeros setenta un escritor ya no corría el peligro que en el

Peri RossiDiáspora (1976), título nuevamente sobre el tema del exilio, al que alude su título, es otro libro de poemas importante, por el que ganó el Premio Ciudad de Palma el año anterior. Es sintomático que la autora tuviera que ganarse la vida escribiendo en periódicos o revistas (como Jano, que con artículos de Perucho, Cela, Cunqueiro y ella misma, unía la medicina con las humanidades), y concursando en premios, de los que obtuvo algunos. Peri Rossi ha llegado al Cervantes con más premios comerciales en su haber que galardones institucionales, aunque en 2019 recibiera el Premio Iberoamericano José Donoso por el conjunto de su obra.

Los poemas de Diáspora se dan aires a Juan Eduardo Cirlot o Alejandra Pizarnik, con rupturas del lenguaje y gustos por homofonías y fenómenos afines. El trastierro y el amor que traspasa están presentes en el poema sin título que comienza: “No quisiera que lloviera / te lo juro / que lloviera en esta ciudad / sin ti / y escuchar los ruidos del agua / al bajar / y pensar que allí donde estás viviendo / sin mí / llueve sobre la misma ciudad”. El poema también llamado “Diáspora” es por su parte una hermosísima elegía a un tiempo ido, a un amor desaparecido.

Peri Rossi

Estado de exilio, publicado en 2003 pero escrito entre 1973 y 1975 contiene también excelentes poemas. Entre ellos, uno compuesto por un único alejandrino roto en dos líneas que refleja la ruptura, la herida: “Tengo un dolor aquí, / del lado de la patria”. La perplejidad de la ausencia y la distancia hace preguntarse a la poeta: “¿Existió alguna vez una ciudad llamada Montevideo?”. Con precisión “Carta de mamá” usa el escalpelo de lo que parece una nimiedad para entrar muy hondo: “El gato saltó por la ventana / y desapareció / cosas de gatos / cosas de personas”. Son varios más los ejemplos de ese estado de vulnerabilidad y desamparo, como otro poema en el que un periodista visita al yo lírico (ella) y este piensa que aquel cobrará por la entrevista mientras la entrevistada solo tiene su hambre. La inserción sabia de pensamientos y frases rumiadas o dichas concede un gran dramatismo no impostado al poema. “Partir / es siempre partirse en dos”, declara otra de las páginas.

Peri RossiSiguen varios libros de poemas con muchos de ellos memorables que aciertan en las huellas que deja Montevideo o un cuerpo amado (estupendo es el poema en el que la autora manifiesta amar cuerpos y no almas). El erotismo sáfico (con un toque de Baudelaire) brota en un poema ambientado en Venecia: “Te amo como a mi semejante / mi igual / mi parecida / de esclava a esclava / parejas en la subversión / al orden domesticado”. La transgresión es su norte, y casi todos sus versos apuntan hacia allí. “R.I.P.”, de Inmovilidad de los barcos (1997) es un emocionante canto en el que, abierto por el verso “Este amor murió” y tras reunir seguidamente una docena de sinónimos, alcanza este broche: “entonces, ¿por qué late todavía?”

Siguen varios

Peri Rossi

Peri Rossi imbrica todos los géneros que toca y hay indudables elementos poéticos en sus novelas así como hay recorridos narrativos en sus versos. Una serie de poemas son (como algunos de los poemas de Cernuda, por ejemplo “Ninfa y pastor, por Ticiano”), reflexiones sobre pinturas. Se trata de Las musas inquietantes (1999) que hace una imponente lectura feminista de San Jorge y el dragón, de Paulo Uccello. Lo plástico tiene también por su lograda arquitectura un gran exponente en la que para muchos es su mejor novela: La nave de los locos (1984). Pero es un buen puñado de novelas las que jalonan su trayectoria. Por destacar algunas, la turbadora Todo lo que no te pude decir (2017) o La última noche de Dostoievski (1992), cuya lectura es más que oportuna ahora que conmemoramos el segundo centenario del gran escritor ruso

Peri RossiCon Playstation (2009), Peri Rossi ganó el Premio Loewe. Hay que decirlo: este es ya un libro flojo, en el que la autora se repite y acaso solo lo haya ganado porque uno de los poemas incluye su nombre, una camiseta que al parecer lo ostenta. ¿Lo permitían las bases? Da igual, no es ya la mejor Peri Rossi, aunque sigue siendo una escritora estimable. En los últimos años su narrativa ha ido apareciendo en la editorial zamorana Menoscuarto, que ojalá se anime a reeditar algunos de sus títulos descatalogados. Visor, que publicó hace años La barca del tiempo, una antología de su poesía, anuncia para diciembre la Poesía completa de la escritora hispano-uruguaya, un corpus importante pese a los detractores y más allá de la pasión de quienes la siguen. 

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