Portada del libro de Álvarez Miranda

Portada del libro de Álvarez Miranda

Letras

Estos son los tres adjetivos que todo el mundo usa en España y no constan en ningún diccionario

Álvarez Miranda analiza en ‘Medir las palabras’ los nuevos términos y expresiones que llaman a la puerta para que se admitan de forma oficial 

19 enero, 2024 14:00

Las palabras son algo mágico. Podemos inventar definiciones, establecer comparaciones. O colocar adjetivos a partir de otros previos con el objeto de denigrar a alguien. Lo ha analizado el filólogo y profesor Pedro Álvarez de Miranda con su libro Medir las palabras (Espasa), que indaga en vocablos como ‘casoplón’, ‘logotipo’, ‘influencer’ o la expresión muy manida ‘me voy a ir yendo’. Pero hay adjetivos cada vez más usados en España que no recoge ningún diccionario. Los más jóvenes señalan a los más veteranos y destrozan todo aquello que les gusta porque es “viejuno”. ¿Esa película? "viejuna", esa camiseta que tanto nos gusta, "viejuna".

Álvarez Miranda se ha centrado en el adjetivo, y en otros dos, como ‘raruno’ o ‘baratuno’. Son palabras curiosas, utilizadas con distinta intensidad, que muestran la riqueza de la lengua española. Pero, ¿cómo se llega a decir ‘viejuno’?

El sufijo ‘uno’ ha servido en la lengua española básicamente para formar adjetivos de pertenencia derivados de nombres de animal. “Parece que cabruno sería el más antiguo, y que tras él vinieron vacuno, lobuno, ovejuno, caballuno, zorruno, perruno, gatuno…”.

Pero con el tiempo ese sufijo se trasladó a la esfera de lo humano. El profesor indica que el diccionario académico (DLE) el significado primario de caballuno “perteneciente o relativo al caballo”, se ilustra con el ejemplo 'trote caballuno'. Hay una segunda acepción, la de ‘semejante al caballo’. Es decir, algo propio del caballo. Y de ahí surge dientes caballunos, por ejemplo. Las connotaciones, por tanto, han sido siempre negativas. Es un sufijo que no inspira un buen rollo.

Un plus de despectividad

El que nos ocupa, viejuno, es ya muy utilizado. Álvarez Miranda rastrea en el origen y halla que su difusión parte de un programa de televisión, Muchachada Nui, entre 2007 y 2010. Una sección del programa se llamaba ‘Mundo viejuno’, con fragmentos de películas antiguas, que se doblaban con textos jocosos. El origen de los creadores del programa no era casual: las provincias de Albacete y Cuenca. Y es que el profesor encuentra un texto de 1913, en la revista semanal Vida Manchega, en Ciudad Real, en un relato que firma Fernando G. Ruiz: “En alegre alboroto dominguero, iban saliendo por el viejuno portón de la iglesia los aldeanos feligreses”.

Portada del libro de Álvarez de Miranda

Portada del libro de Álvarez de Miranda

¿Característica? “Nótese que viejuno significa básicamente lo mismo que viejo, al que añade tan solo, como se decía, un plus de despectividad”. Y lo mismo sucede respecto a raruno, frente a raro, y con baratuno frente a barato.

Raruno se documenta a partir de 2012, en el Corpus del Español del Siglo XXI (CORPES). Respecto a baratuno, se halla en una novela de Manuel Andújar de 1992, Un caballero de barba azafranada, y lo ha empleado la escritora Elvira Lindo en numerosas ocasiones. La propia Lindo ha señalado que se lo había escuchado a Antonio Muñoz Molina, natural de Úbeda. Lindo empleó baratuno en boca de su suegro (columna de la serie ‘Tinto de Verano’, en El País, en agosto de 2002.