Jesús Ordovás, en una imagen en RNE

Jesús Ordovás, en una imagen en RNE RTVE

Músicas

Jesús Ordovás, aventurero pop

'Tu pelo no es muy normal' es el título de las memorias juveniles de Ordovás, en la que aparece soportando estoicamente la dictadura gracias al rock & roll, viajando por Europa y por Estados Unidos comprando discos por todas partes

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Cuando empecé a escribir sobre música pop, allá por el paleolítico inferior, un cenizo cuyo nombre, venturosamente, no recuerdo, me dijo: “Olvídate de llegar a ninguna parte. Está todo controlado por viejos como Diego Manrique y Jesús Ordovás”. Veía el hombre un tapón generacional que solo existía en su imaginación calenturienta, ya que Diego y Jesús, lejos de defender su territorio con uñas y dientes, eran, además de dos tipos muy simpáticos y cercanos, de lo más acogedor y hospitalario que se podía encontrar uno en la prensa alternativa de finales de los años 70.

Y en cuanto a lo de “viejos”, pues que osada y solipsista es la juventud, ¿no? Total, solo tenían nueve o diez años más que yo, y ahora ya somos todos unos carcamales.

Jesús Ordovás (El Ferrol -del Caudillo por aquel entonces-, 1947) acaba de publicar unas entretenidísimas memorias juveniles (concluyen a principios de los 80, con la explosión de la Movida, de la que fue cronista principal) tituladas Tu pelo no es muy normal, editadas por Sílex y profusamente ilustradas con fotos propias, de su mujer, Pilar Imedio, y de su compadre DJ Floro, personaje fundamental de la contracultura madrileña del que, lo reconozco avergonzado, no había oído hablar en mi vida.

El periodista musical Jesús Ordovás

El periodista musical Jesús Ordovás WIKIPEDIA

Tu pelo no es muy normal nos muestra al joven Ordovás soportando estoicamente la dictadura gracias al rock & roll, viajando por Europa (París, Londres, Rotterdam) y por Estados Unidos (San Francisco), comprando discos por todas partes (con lo que ocupaban los vinilos), malviviendo en pensiones cutres, trabajando de lo que le echaran, hartándose de ver conciertos imposibles en la España de la época y siempre ojo avizor por si algún poli anti melenudos se las apañaba para deportarlo: nuestro hombre se salvó de la expulsión en Rotterdam porque se topó con un madero que, al ver que era español, le cantó Borriquito como tú, de Peret, que lo estaba petando en Holanda.

Cuatro gatos

A continuación, ya de regreso a su Madrid de adopción, vemos a Jesús buscándose la vida en prensa y radio mientras escribe las biografías de Bob Dylan o Jimi Hendrix (al que vio actuar en Londres), echándose novia, siendo detenido por la pasma en un concierto de Raimon, haciéndose amigo de Pau Riba y Jaume Sisa y convirtiéndose, o poco le faltó, en el alma de la Movida madrileña, los años más felices de su vida, como se deduce de sus libros, sus artículos y hasta sus posts de Facebook.

Gracias a Tu pelo no es muy normal, nos enteramos de que nuestro hombre aspiró en su juventud a ser el Dylan español, pero lo dejó correr tras un par de conciertos desastrosos en compañía de su amigo Herminio Molero (quien luego fundaría Radio Futura junto a los hermanos Auserón). O de que conoció a Pedro Almodóvar cuando éste acababa de llegar a Madrid desde su pueblo manchego.

Santiago Auserón en 'Semilla del son'

Santiago Auserón en 'Semilla del son' KARMA FILMS

De la lectura de este amago de memorias (¡cuéntanos algo de tus actividades de los últimos cuarenta años, camarada!), se deduce que el amigo Ordovás estuvo en el meollo del underground madrileño desde un buen principio. Y que ese underground (como el barcelonés que yo me chupé en su momento) lo componían cuatro gatos que estaban en todas partes a todas horas, cruzándose media docena de veces al día en conciertos, inauguraciones, fiestas y jolgorios varios, demostrando lo acertado que estuvo el gran Rafael Azcona cuando dijo aquello de que “Como fuera de casa, en ninguna parte”.

La mitificación de una época

Interesante y estimulante tanto para los que vivimos, de cerca o de lejos, lo que explica Jesús, Tu pelo no es muy normal me lo tomo como un esbozo de unas memorias en condiciones, en la línea de las del gran Rafael Cansinos Assens (el hombre que hablaba de “los hampones de la Puerta del Sol”).

Almodóvar durante el rodaje de 'La habitación de al lado'

Almodóvar durante el rodaje de 'La habitación de al lado'

Unas memorias en las que ese Madrid del tardofranquismo, la libertad anhelada y la Movida se explique a fondo. Uno se lo pasa muy bien con Tu pelo no es muy normal, pero se queda con ganas de más: más anécdotas, más personajes atrabiliarios, más músicos, más perfiles a fondo, más fotos, más de todo.

Líbreme Dios de ponerle deberes al amigo Ordovás, al que llevo leyendo toda la vida y que, sin él saberlo, me atrajo hacia el mundo contracultural en vez de intentar hacerme con una nómina en La Vanguardia, como hubiesen preferido mis padres, pero, de un modo egoísta, me gustaría disponer del necesario tocho sobre su vida personal, profesional y social.

Hazlo por mí, Jesús. Y por toda esa gente más joven que nosotros que quiere saber lo que pasó en un momento de la historia de España que tienen mitificado, en comparación con los tiempos fofos que les ha tocado vivir. Venga, compañero del metal, ¡un último esfuerzo!