El escritor Mihail Sebastian

El escritor Mihail Sebastian IMPEDIMENTA

Letras

El alegato antisemita de Ionescu y la réplica de Mihail Sebastian

Impedimenta publica en un solo volumen los tres textos: la interesante novela de ideas de Sebastian, el prólogo siniestro de Ionescu y la réplica del autor de 'Desde hace dos mil años'

Al infierno con Nae Ionescu

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Como adelantamos el pasado domingo, la editorial Impedimenta acaba de publicar la novela de 1934 Desde hace dos mil años de Mihail Sebastian, que en el 2009 había ya publicado Aletheia.

La nueva edición viene traducida por Marian Ochoa de Eribe, que es una excelente profesional, conocida entre nosotros sobre todo porque se encarga de llevar al español todos los libros de Mihail Cartarescu, el gran novelista rumano que suena cada año como candidato al premio Nobel de Literatura.

Cartarescu, muy descontento con otras traducciones de sus libros que le hacía, a partir del alemán, no del rumano original, otra editorial, se confió a Impedimenta y a Marian Ochoa. Nadie puede envidiar a Marian: traducir los tres tomos de la novela que consagró a Cartarescu, esto es, Cegador, debió ser complicadísimo.

Claro que la edición de Aletheia llevaba traducción de Joaquín Garrigós, que durante unos años fue director del centro Cervantes en Bucarest, donde vertió a nuestra lengua la mayoría de los grandes escritores clásicos de la literatura rumana.

Portada del libro de Sebastian 'Desde hace dos mil años'

Portada del libro de Sebastian 'Desde hace dos mil años'

Por qué ha tenido Marian Ochoa que traducir lo que ya tradujo muy bien Joaquín Garrigós, es cosa que ignoro. Ambos son profesionales excelentes, pero queda claro que la edición de Desde hace dos mil años de Mihail Sebastian de Impedimenta es mejor que la de Aletheia.

¿Por qué? Porque esta última llevaba un prólogo de Norman Manea, novelista rumano, de etnia judía, que se exilió en Estados Unidos, que también durante algunos años sonaba como posible premio Nobel pero cuya celebridad me parece que de un tiempo a esta parte está palideciendo un poco.

El orgullo

Aletheia contrató su prólogo para contextualizar la novela y porque en él aludía al prólogo original, encargado por Sebastian a su hasta entonces admirado Nae Ionescu, sin imaginar que éste, en vez de comentar el argumento, los personajes o la calidad literaria de la novela, le entregaría un alegato antisemita en cuyas últimas líneas se dirigía al mismo Sebastian llamándolo por su inequívocamente judío nombre civil (Mihail Sebastian era su nom de plumme) en estos términos:

“Yo no puedo hacer nada por ti. Porque yo sé que ese Mesías [el Mesías de los judíos] no vendrá. El Mesías ya ha venido, Iosif Hechter, y tú no lo has conocido. Sólo eso se te pedía a cambio de todas las bondades que Dios te ha ofrecido: que vigilaras. Y no vigilaste. O no lo viste porque tu orgullo te puso escamas en los ojos.

…Iosif Hechter, ¿no sientes que te abrazan el frío y la oscuridad?”

Corría, como decimos, el año 1934. Bueno, el ensayo entero es feroz, pero sabiendo lo que pasó pocos años después con los judíos europeos, sobre todo estas últimas frases levantan ecos pavorosos. Cuando Ionescu se lo entregó, Sebastian quedó estupefacto y horrorizado, ignoraba que su antiguo y admirado profesor, que, bajo nombre ficticio, aparecía como personaje en la novela, durante los últimos años se hubiera ido deslizando hacia el antisemitismo general y se atreviera a proponerle semejante ataque. Pero, en un movimiento extraño, en vez de tirar el hostil alegato a la basura, decidió publicarlo con su novela.

Los dos textos levantaron un debate sensacional en los círculos culturales bucarestinos, y Sebastian decidió responder con un tercer texto, titulado Cómo me convertí en húligan. En rumano esta palabra británica no se refiere a los hinchas broncos de los equipos de fútbol sino a los individuos indeseables, asociales.

Portada de 'Diarios', de Sebastian

Portada de 'Diarios', de Sebastian

Creo que es un acierto de Impedimenta publicar en un solo volumen los tres textos: la interesante novela de ideas, el prólogo siniestro y la réplica de Sebastian a Ionescu y a los ataques furibundos que levantó su novela: “De todo lo que se ha publicado al respecto, sólo unos pocos artículos han partido de los objetivos del libro. Los demás, un dossier entero, han hablado sobre democracia, ortodoxia cristiana, fascismo, revolución industrial, etc. etc”.

Profesor carismático

Para los interesados en la cultura rumana, y quizá para la gente de letras en general, es estupendo disponer de todo el panorama en torno a Sebastian, ya convertido en un clásico por la aparición póstuma, hace muy pocos años, de sus soberbios Diarios entre 1935 y 1944 (editorial Destino). A partir de su éxito se han ido también publicando en español sus otras novelas.

Por cierto que me ha llamado la atención el razonamiento de Ionescu para explicar que el destino inevitable de los judíos es el sufrimiento (“Judá sufre. ¿Por qué? Aquí no existe un porqué. Judá se mortifica porque… es Judá.

Así como el sol brilla, el caballo tiene cuatro patas o la suma de los ángulos de un triángulo es de 180 grados, el judío sufre, es decir, está esencialmente enfermo”. Es llamativo y chocante que un profesor carismático tan admirado por la vigorosa intelectualidad de su época, sobre la cual ejerció una profunda influencia, argumentase sobre el “destino” de los judíos con esta ristra de argumentos teológicos y nacionalistas, simplificaciones y silogismos algo pedestres.

Como explica la traductora en su nota, “los lectores que se adentren en el apasionante intercambio de artículos e invectivas ad hominem recogidos en Cómo me convertí en húligan comprenderán muy bien las tensiones subyacentes en la sociedad rumana, y no sólo en ella. No resulta complicado identificar en ese debate el afianzamiento en Europa de los extremismos, del racismo, del nacionalismo, del antisemitismo, de las ideologías de carácter esencialista basadas en identidades monolíticas”.