Torres de la Sagrada Familia

Torres de la Sagrada Familia

Historia

La misteriosa mujer oculta en la Sagrada Familia: ¿una crítica de Gaudí a la burguesía catalana?

Publicada

Noticias relacionadas

La Sagrada Familia, la monumental y más conocida obra de Antoni Gaudí, sigue siendo un gran misterio sin resolver. Y eso que aún no está acabada. Todas las esculturas, cristales y pequeños detalles que aparecen tienen una explicación y, si no es clara, se le quiere dar una explicación que cuadre o tenga sentido.

Eso sucede con una curiosa mujer que actúa de forma particular en una de las puertas de este templo de Barcelona. Se trata de una escultura, no de una persona, y cada cual parece darle un sentido. A veces, incluso opuesto. Por eso, entre las múltiples facetas de esta basílica, está una de las menos conocidas, más simbólicas y más enigmáticas.

Dónde está la mujer

Se encuentra en el Portal del Roser, cuya iconografía desvela una mirada crítica hacia la sociedad de su tiempo. Es aquí donde Gaudí plasmó con crudeza las dualidades del bien y el mal, utilizando personajes y símbolos que han desatado debates durante décadas.

En este espacio de la Sagrada Familia, enmarcando la entrada a la capilla del Rosario, es donde sobresale esta escena que parece sencilla, pero guarda una complejidad abrumadora. Se trata de una mujer arrodillada que suplica mientras un demonio la tienta ofreciéndole una bolsa de dinero.

Un hombre, una mujer y el demonio

La representación está cerca de otra, en la que el protagonista es un hombre. Concretamente, un obrero representado mientras recibe de otro demonio un artefacto explosivo, similar a una bomba Orsini. Ambos episodios, tallados con detalle, encarnan sin duda la tentación del demonio. De hecho, su nombre se llaman la Tentación del Hombre y la Mujer. El problema no es ese. Mientras el del varón parece claro qué quiere representar, el de la mujer no tanto. 

Hasta ahora, la teoría principal era que la mujer recibía la tentación del demonio y se asociaba con la prostitución. Una mujer que se dejaba corromper de cualquier manera para obtener dinero. Por tanto, una representación de la avaricia. Como está al lado del obrero de la bomba, se asociaba hasta ahora a una mujer de clase trabajadora, pero hace poco apareció una nueva versión.

Interior de La Sagrada Familia

Interior de La Sagrada Familia sagradafamilia.org

¿Una prostituta o una burguesa avara?

El teólogo Armand Puig, experto en la obra del arquitecto y autor del libro Antoni Gaudí, vida y obra, considera estas escenas como una denuncia simbólica de los pecados de ambos estratos sociales, dejando claro que ni la burguesía ni el proletariado están libres de culpa. 

Para el investigador, Gaudí no se limitaba a emitir juicios, sino que invitaba a la reflexión, pero también podría ser una crítica directa a la burguesía que él tanto conocía. De hecho, la clase alta de Cataluña es la que le permitió erigir todos estos edificios con formas poco tradicionales que le han dado la fama. Pero eso no le habría impedido ver sus pecados y hacerlos públicos, aunque sea de manera velada.

La situación de la mujer

Gaudí utilizó su arte para confrontar las debilidades humanas y las tensiones sociales de su tiempo, mostrando cómo tanto la avaricia como la violencia amenazaban los cimientos de la sociedad. Pero también la precariedad.

Aunque en apariencia simboliza el pecado de la prostitución, algunos críticos interpretan esta imagen como una alegoría más amplia de la explotación y las decisiones desesperadas que muchas mujeres enfrentaban en aquella época. La conexión entre esta escena y el contexto social de finales del siglo XIX añade capas de significado a la obra, conectándola con las luchas y desigualdades que definieron aquella era.

La bomba Orsini: arte y violencia

De hecho, el otro elemento que despertó controversia en su día, es la aparición de un hombre con una bomba dentro de una iglesia. En realidad, es la representación de la bomba Orsini, un artefacto asociado a un episodio histórico de la ciudad. 

Este tipo de explosivo marcó algunos de los episodios más trágicos de la historia contemporánea, como el atentado del Liceu en 1893, perpetrado por un grupo de anarquistas, en el que murieron 22 personas. Claro que tambiién fue usada en otros intentos de magnicidio como el dirigido contra el general Martínez-Campos y el rey Alfonso XIII. 

Encuentros y encontronazos entre Gaudí y la burguesía catalana

Esta referencia es obvia. Nadie discute sobre ella. ¿Era una crítica a la clase trabajadora y, por tanto, la mujer también era de esa clase y por eso se la asocia a la prostitución? ¿O es un reflejo de que la avaricia y los males del demonio acechan a cualquier estrato de la sociedad?

Cabe recordar que Gaudí, a pesar de trabajar para la burguesía catalana, tuvo sus encontronazos con ella. Es recordado, porque hay pruebas de ello, el enfado que tuvo el arquitecto con el conde Milà por las chimeneas de la Pedrera. Asimismo, se conoce que el genio catalán pasó una depresión por la que tuvo que retirarse a Vic. Incluso aseguran que fue la ansiedad y las imposiciones de la clase alta quienes cambiaron la imagen de Gaudí que, si bien siempre iba desaliñado, se vio obligado a vestirse mejor cuando acudía algún evento donde estaba la burguesía. Claro que Puig indica que fue más un gesto de vanidad y acercamiento a Dios. Con Gaudí, todo son misterios.