Albert Salazar, gerente del Hospital Vall d'Hebron
El Hospital Vall d'Hebron da un salto hacia adelante en la medicina del futuro. Con una inversión de 2,6 millones de euros, el centro de referencia en Cataluña activa el primer ciclotrón. Un aparato que permitirá producir radiofármacos, una serie de medicamentos clave para la detección y tratamiento del cáncer o de otras enfermedades neurológicas y cardiacas.
Al frente de Vall d'Hebron, Albert Salazar reafirma el compromiso de la institución por mejorar la salud de los pacientes con el reimpulso a la medicina nuclear y una decisión tan efectiva como arriesgada por su alta complejidad técnica y coste. Todo ello, bajo el paraguas del proyecto Ciclocat, liderado por el Institut Català de la Salut (ICS), en donde se pretende unir la asistencia clínica y la investigación biomédica.
Este acelerador de partículas viene a dar un servicio público que resulta indispensable para tantos pacientes a los que, hasta el momento, no se les podía administrar los radiofármacos por su corta vida que hacía imposible trasladarlos. En este sentido, Cristina Gámez, jefa del Servicio de Medicina Nuclear de Vall d'Hebron, admitía ante los medios que alguno de ellos "no están disponibles" en la región.
Hay noticias que pasan un poco más desapercibidas por su alta complejidad técnica, pero el ciclotrón reforzará la investigación y aplicación de la medicina nuclear en Cataluña. El modelo Cyclone Kiube 300 de IBA se situará en un búnker de 23 metros cuadrados y a 4,5 metros bajo tierra del nuevo edificio del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR), donde un equipo de expertos trabajará a destajo para sacar el máximo provecho.