Alfonso Lanza, CEO del Primavera Sound

Alfonso Lanza, CEO del Primavera Sound EUROPA PRESS

Examen a los protagonistas

Alfonso Lanza

3 junio, 2024 00:00

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El Primavera Sound, que se ha consolidado como el festival barcelonés por antonomasia, ha cerrado una edición más, la 22ª, con gran éxito de asistencia, calidad musical e impacto económico. Sin embargo, un evento de tal calibre implica algunas consecuencias negativas. En este caso, la mayor de ellas es el ruido que molesta a cientos de vecinos que viven en los barrios colindantes con el recinto. Estos días, las redes sociales han evidenciado el contraste de pareceres: mientras algunos asistentes aseguraban estar cumpliendo un sueño al ver en directo a Lana del Rey, otros, desde sus casas, aseguraban estar viviendo una tortura.

A este festival, del que es director ejecutivo Alfonso Lanza, han acudido en 2024 más de 268.000 personas de 134 nacionalidades distintas. En el Parc del Fòrum se han celebrado 263 conciertos, protagonizados por artistas de primer nivel como la propia Lana del Rey, que fue uno de los más esperados por el público, Pulp, Disclosure, Rels B o Charli XCX. El impacto económico del evento en la capital catalana se ha cifrado entre los 150 y 200 millones de euros. Y el CEO ha asegurado que este es el modelo de festival que quiere el Primavera Sound para Barcelona.

El éxito también acarrea responsabilidades y los organizadores del festival, junto con el Ayuntamiento de Barcelona, deberían seguir trabajando para minimizar las externalidades y las molestias que el festival genera a los vecinos. En el distrito de Sant Martí de Barcelona y en Sant Adrià del Besòs los residentes se quejan del ruido que tienen que soportar cada vez que se celebra un concierto en el Fòrum. Y, en el caso del Primavera Sound, aseguran que han llegado a registrar picos de más de 100 decibelios en el interior de algunas viviendas, bien pasada la medianoche.

Los conciertos y las miles de personas que se congregan ante los escenarios generan un sonido tan alto que, de noche, se oye a más de diez kilómetros de Barcelona, según han reportado varias personas a través de las redes sociales.

Si bien una plataforma vecinal pide que el Primavera Sound se reubique en otra localización más alejada de cualquier vivienda, el ayuntamiento y la organización insisten en que, por sus características, eso es imposible. Así las cosas, de cara a futuras ediciones sería interesante que ambas partes ofrecieran soluciones a los damnificados para que uno de los mayores eventos culturales que alberga la ciudad no interfiera de manera negativa en el día a día de los ciudadanos.