El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, en una imagen de archivo

El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, en una imagen de archivo Kike Rincón - Europa Press

Examen a los protagonistas

Xavier Antich

18 febrero, 2024 00:00

El lazismo se rasga las vestiduras

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Nuestros queridos separatistas no se han quedado nada contentos ante el informe elaborado sobre la educación en Cataluña que ha llevado a cabo una comisión de expertos europeos que, a instancias del Partido Popular y Ciudadanos, se dio un garbeo hace un tiempo por aquí y llegó a conclusiones que muchos ya conocíamos: que se maltrataba la lengua castellana, que hay gente que había sido insultada y acosada por pedir más clases en español para sus hijos y que no se cumple ni lo del 25% de la enseñanza en la lengua común. Uno de los más irritados ante el informe de la citada comisión (que siempre es descrita en TV3 como de derecha o extrema derecha, obviando que la izquierda no quiso enviar a nadie sobre el terreno) es el actual mandamás de Omnium Cultural, Xavier Antich (La Seu d´Urgell, 1962), un señor que dice que es filósofo (aunque sin obra, ya que dedica todo su tiempo a medrar) y que está que trina con las injerencias de la derechona europea en los asuntos de Cataluña.

Mientras tanto, en el Parlamento Europeo, ya se ha producido la inevitable tangana entre los que están a favor y en contra del informe (entre éstos, nuestros socialistas, que ahora necesitan no irritar en lo más mínimo a los lazis que pueden sostener, o no, el Gobierno de Pedro Sánchez). Si no eres lazi (ni Xavier Antich) puede que encuentres muy razonables muchas de las cosas que se indican en el informe. La que más, la teoría de que en una comunidad bilingüe debería haber un equilibrio entre los dos idiomas más hablados y no una imposición de uno sobre otro, que es lo que ocurrió durante el franquismo, cuyo estilo reproduce el lazismo porque intentar eliminar el catalán es malo, pero hacer lo propio con el castellano es bueno (¿para quién?, me pregunto mientras pienso en todos esos políticos partidarios de la inmersión que llevan a sus hijos a escuelas donde se aprende español e inglés sin ningún problema).

Desde que se afilió a la causa nacionalista, Xavier Antich se pasa la vida sobreactuando mientras va optando a diversos cargos. Es normal que tenga la filosofía un poco abandonada, ya que la entrega a la patria (y a los beneficios económicos y sociales que ello conlleva) requiere tiempo y dedicación. No tengo claro si se cree todo lo que dice o si se trata de una permanente puesta en escena en pos del medro, pero hay que reconocerle que se esmera: lo vi hace poco enardeciendo a las masas a raíz del famoso informe y debo reconocer que le ponía convicción al asunto. Normal, intuyo, pues debe competir inevitablemente con Dolors Feliu, jefa de la ANC a la que últimamente se le están sublevando un poco las tropas. Es normal que, como supuestos representantes de la sociedad civil subvencionada, cada uno de ellos opte por opacar todo lo posible al otro (hay que decir a favor de Antich que no ha tenido la brillante idea de esa lista cívica que tantos problemas le está dando a su contrincante).

En cualquier caso, el informe de marras no es vinculante. Así que en la Generalitat pueden seguir haciendo lo que quieran con el castellano y los que quieran más horas de clase en esa lengua para sus hijos pueden seguir siendo insultados y acosados. ¿Qué más quieren todos en general y Xavier Antich en particular?