Pere Torres
Tras años y años de retraso y unos sobrecostes millonarios, la T-Mobilitat ya llega hasta la sexta corona de la conurbación de Barcelona. Está por ver si el título integrado de movilidad experimentará los mismos errores de implementación que en fases anteriores --se llegó a producir una brecha de seguridad que puso en jaque datos personales de los usuarios--, pero es una buena noticia que la tarjeta digital al fin sea una realidad.