Aitor Jauregui
Blackrock, uno de los considerados "amos de la bolsa" por sus cuantiosas inversiones en grandes empresas cotizadas, ha llamado la atención del mercado por su apuesta contra Telefónica con la apertura de posiciones cortas sobre un valor al que le está costando reflejar los fundamentales en su precio. La sorpresa viene dada porque precisamente la operadora que preside José Maria Álvarez-Pallete es una de esas cotizadas que forma parte de la nutrida cartera de la gestora estadounidense.
Los movimientos especulativos y las operaciones con préstamo de valores son completamente legales y están reguladas por los mercados; en ningún caso la maniobra de Blackrock es discutible desde el punto de vista normativo o técnico. Pero no parece demasiado ético representar al mismo tiempo papeles tan contrapuestos como los de socio que apuntala el capital de una empresa y oportunista que trata de tumbar el valor o minimizar sus avances para lograr un notable rendimiento a corto plazo.