Pere Aragonès, presidente de la Generalitat
La deuda pública de la Generalitat viene de lejos. Ha superado ya los 80.000 millones y supone la deuda per cápita más alta respecto al conjunto de las autonomías. Pere Aragonès no es el responsable de esa deuda, acumulada en los últimos 15 años, pero sí debería tomar ya medidas para que no siga en un aumento y pueda ser manejable a medio plazo. No parece que esa sea la senda escogida, aunque se diga que el momento actual para por un mayor gasto público. La Generalitat se ha ido engordando muy por encima de autonomías como Andalucía, --la más poblada y acusada en muchas ocasiones de ser una administración clientelista-- que ha sido vistas por el nacionalismo catalán por encima de hombro. Es hora de tomarse en serio las finanzas de la Generalitat, no reclamando siempre más, sino gestionando mejor.