Josep Sánchez Llibre
El presidente de Foment del Treball se ha mojado en el principal debate laboral que está vigente en todo el país. El fin del teletrabajo en el sector público marca la pauta para el regreso de la oficina también en los privados en un contexto de remisión de los datos epidemiológicos de Covid, pero con pandemia para rato. La patronal cifra en un 4% los trabajadores en activo que no se han vacunado por ser o bien negacionistas o por el temor a los efectos secundarios de la inoculación, esos que esperan que la inmunización de grupo les proteja y temen ante una vacuna que no ha sido testada en exceso.
La gran patronal catalana apuesta por obligar a vacunar a los trabajadores. No está clara que esta cuestión llegue a buen puerto por comportar discriminación. ¿Será capaz el poder legislativo de lanzar una regulación robusta que resuelva la cuestión?