El 'drama' lingüístico de una tertuliana de TV3: la ANC le habla en castellano
Hablar en castellano como un acto de "etnocidio". En ese marco se mueven algunos de los representantes mediáticos del ultranacionalismo en Cataluña. Es el caso de Pilar Carracelas, tertuliana de TV3 y RAC1, entre otros medios, quien ha estallado de indignación porque la ANC le ha hecho una llamada en español. Un drama que ha obligado incluso a intervenir a la presidenta de la entidad secesionista, Elisenda Paluzie, quien intentando solucionar la afrenta, ha acabado saliendo escaldada.
Según ha denunciado, escandalizada, Carracelas en sus redes sociales, la controversia se ha originado cuando desde la ANC --entidad de la que ya no es socia, al parecer, por considerarla poco radical-- la han telefoneado para preguntarle por qué no ha abonado las cuotas de este año. Algo para lo cual su interlocutor ha empleado el castellano.
"Hasta los ovarios de este puto etnocidio"
Este último hecho ha molestado sobremanera a la tertuliana de TV3, quien además de interpelar públicamente a Paluzie para denunciar el caso, ha hecho afirmaciones como estas en Twitter: "Estoy hasta los ovarios de este puto etnocidio, patrocinado por los mismos que nos tienen que defender. No puedo más", entre otros lamentos por el hecho de que los catalanes empleen también este idioma oficial en la comunidad para comunicarse.
Al margen de sus habituales exabruptos y salidas de tono, la controversia ha tenido un segundo capítulo con el enfrentamiento público entre Carracelas y Paluzie, quien tras llamar a la tertuliana para ponerse a su disposición, tras recibir sus improperios, ha acabado reprochándole que tenga el contestador automático en español.
Paluzie se había prestado rauda a averiguar "qué voluntario" de la ANC le había hablado en castellano --algo que ha hecho, y le ha prometido que "no volverá a pasar"--, pero ello no ha servido para apaciguar la ira de la tertuliana, quien ha acabado incluso amenazando con denunciar a Paluzie por "revelación de datos" por desvelar el idioma del contestador de su móvil. En definitiva, otro retrato más que nos deja la autodenominada revolución de las sonrisas.