JxCat quiere retrasar las elecciones porque "no le salen los números"
El malestar de ERC con sus socios de gobierno se ha agudizado a lo largo de la semana. La peor semana, dicen algunos, aunque haciendo repaso de los últimos meses es para tener algunas dudas. Los republicanos están que trinan y hoy viernes han vuelto a saltar contra lo que consideran deslealtad de JxCat. El Govern planteó ayer la desescalada y la portavoz fue a TVE a explicar su plan, aunque en lugar de eso deslizó una incógnita sobre la posibilidad de celebrarse elecciones el 14 de febrero. Meritxell Budó dejó abierta la puerta de un retraso electoral achacable a la pandemia. La primera reacción de ERC fue poner en evidencia los continuos fallos de la portavoz.
Sin embargo, el fallo no fue tal. Horas más tarde el consejero de Interior, Miquel Sàmper, insistió en el argumento. "Entonces, ¿para qué anunciamos una desescalada?", contestaron desde las filas republicanas. La pregunta tenía respuesta de antemano: "Porque a JxCat no le salen los números. El CEO les ha dado un revolcón". Es decir, ERC tiene claro que JxCat está preparando el terreno para aplazar las elecciones porque los resultados no les acompañan, y el conflicto interno corre el riesgo de seguir abierto tras las primarias que se celebrarán a finales de este mes.