Quim Torra y la Mesa
Carles Puigdemont está lanzado. Quiere que Quim Torra sea su candidato para la Mesa del Parlament y que se encargue de retorcer el reglamento de la cámara todo lo que haga falta para lograr su investidura telemática. Torra parece estar dispuesto a quemarse a lo bonzo.
Este movimiento tiene un objetivo final: guardarse la carta de poder acusar a ERC de oponerse a su candidatura, frustrar la mayoría independentista y la recuperación del Gobierno legítimo. “Yo quería, pero ERC no ha querido ni probarlo”, es la bandera que utilizarán en Junts per Catalunya para arrinconar a sus socios si hace falta.
Sin embargo, Puigdemont sabe que sus movimientos acabarán en agua de borrajas. El Tribunal Constitucional romperá el espinazo a su estrategia telemática que no contará ni tan siquiera con el respaldo de los letrados del Parlament. En círculos independentistas, se piensa que Puigdemont aguantará el farol hasta el final. En el último momento, dará el “cambiazo” proponiendo como candidato a Elsa Artadi o Eduard Pujol, aunque Josep Rull mueve sus piezas mientras Jordi Turull pierde enteros. Otra cosa es lo que responda ERC y su plan B.