Los señalados del Barça tras la eliminación a manos del PSG

El FC Barcelona cayó con honores y demasiada desgracia en la Champions League. El PSG no pasó por encima del equipo azulgrana. Aun así, el Barça tampoco pudo contener las incesantes embestidas parisinas tras la expulsión de Ronald Araujo. A pesar de la imagen combativa de los pupilos de Xavi Hernández, la dura derrota europea se lleva una retahíla de jugadores señalados. Ronald Araujo y Joao Cancelo, autores de dos acciones decisivas, encabezan la lista.

Se suele decir que el entrenador es el responsable máximo de las derrotas. Sin embargo, esta vez el Barça quedó condenado por una expulsión demasiado temprana y evitable. En el minuto 29, con dos goles de ventaja en el marcador global tras el tanto de Raphinha, Araujo agarró a Bradley Barcola por detrás en situación de último hombre. El remedio resultó ser peor que la enfermedad.

El penalti, la guinda

Por si esto fuera poco, Kylian Mbappé culminó la remontada desde los once metros (1-3). El colegiado Istvan Kovacs señaló un penalti de Cancelo sobre Ousmane Dembelé. Al mosquito se le fue largo un control dentro del área y el carrilero portugués se lanzó a por el balón. El extremo francés consiguió anticiparse, con el consecuente contacto por detrás del defensor luso. En el pico del área y con el delantero de espaldas a portería, el jugador azulgrana tendría que haberse ahorrado la arriesgada entrada. 

Además, en el gol del empate, Dembouz ya le había ganado la partida a Joao. Y es que se impuso en la carrera al segundo palo para rematar el centro de Bradley Barcola. Tampoco acertó Jules Koundé, de los mejores a lo largo de los 180 minutos ante el PSG,en el despeje de la última diana de Mbappé. El central francés le entregó directamente el balón al delantero parisino tras un doble paradón de Ter Stegen. Poco se le puede reprochar al guardameta alemán, autor de otra intervención de mérito a remate de Kylian en los primeros instantes.

Ocasiones perdonadas

En la otra área la suerte tampoco sonrió. Precisamente, la imagen de un Barça luchador procede del peligro generado en inferioridad numérica. Robert Lewandowski gozó de una gran ocasión en el corazón del área para aumentar distancias antes de la expulsión de Ronald. El delantero polaco perdió ocho balones durante los 90 minutos y acusó la ausencia de compañeros tras la sustitución de Lamine Yamal.

El 9 azulgrana también dispuso de un tiro raso en la frontal, atajado por Gianluigi Donnaruma. El tanto decisivo de Mbappé vino precedido por un contraataque prometedor. Lewy condujo el balón hasta la frontal. Si bien tenía desmarcado a Ferran Torres a su derecha, prefirió lanzar. Marquinhos bloqueó el disparo y lo celebró como si de un gol se tratara.

Los centrocampistas

También Ilkay Gundogan, muy severo al son de "les hemos regalado el partido", desperdició una oportunidad magnífica de reengancharse. Justo después del 1-2, estrelló contra el palo el balón del empate a dos en el minuto 57.

Más allá de la expulsión, el PSG también salió victorioso en la guerra del centro del campo. Pedri aguantó 62 minutos hasta su sustitución. Ni el volante canario ni Frenkie de Jong pudieron gobernar la medular. La batalla física cayó del lado francés.

Xavi, desquiciado y sin soluciones

Una vez más, Xavi Hernández terminó expulsado. El técnico egarense pagó la frustración causada por el segundo gol con una valla publicitaria tras una falta señalada a Frenkie de Jong. El líder de la expedición volvió a abandonar a los jugadores en medio del desierto, solos ante el peligro. Después de la derrota, el míster azulgrana reconoció su error y pidió disculpas ante los medios: "Error mío mi expulsión. En este caso entono el mea culpa".

Impulsividad aparte, el entrenador del primer equipo no encontró soluciones después de perder a Araujo. En vez de retirar a Raphinha o Robert Lewandowski, más rematadores que generadores de ocasiones, Xavi sacó a Lamine Yamal del campo. Precisamente, una irrupción estelar por banda derecha del extremo de 16 años culminó en el gol de Raphinha. El entramado defensivo con 10 jugadores tampoco surtió efecto, y el Barça sufrió otro final amargo.