Jorge Mendes ha llegado a Barcelona para quedarse. El presente --y el futuro-- del Barça pasa por las manos del súperagente portugués. El amigo y socio de Joan Laporta se ha trabajado durante dos décadas la confianza del presidente del FC Barcelona; desde el aterrizaje de Rafa Márquez y Deco como jugadores en 2003 y 2004 hasta su regreso a la estructura deportiva del club. El magnate de la agencia Gestifute puede cerrar el círculo con la promoción de la leyenda mexicana al primer equipo.
Progresivamente, la sombra de Mendes abarca más espacio en la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Primero, mediante el aterrizaje de jugadores en Can Barça. El representante luso cada vez cuenta con más promesas en cartera, a las que el club azulgrana quiere atar en corto para el futuro. En segundo lugar, la influencia del agente ya traspasa las paredes de los despachos. Deco empezó su carrera en el mundo de los agentes futbolísticos en Gestifute como alumno de Mendes, antes de embarcarse en solitario.
Sin embargo, sin experiencia todavía como director deportivo más allá de la secretaría técnica en la Federación de Gabón, Mendes le abrió las puertas del Barça.El cuñadísimo Alejandro Echevarría, otra figura cercana a Laporta, tendió puentes entre Deco y la entidad barcelonista presentándolo al vicepresidente deportivo Rafa Yuste. Precisamente, ambos habían coincidido ya en Gabón, pues el excuñado de Laporta ejerció de máximo responsable en la liga del país africano.
Reemplazo de Mateu Alemany
Sin fundamentos lógicos más allá de la bajada de sueldo tras la salida de Jordi Cruyff de la secretaría técnica, Laporta sustituyó a Mateu Alemany por Deco. El ejecutivo mallorquín llevaba a sus espaldas dos años en un proyecto que encabezaba como director de fútbol. Fue aterrizar el exfutbolista como presunto recambio de Cruyff en mayo de 2023 y llamar el Aston Villa a la puerta de Mateu.
Una jugosa oferta económica le esperaba al ejecutivo, que con la Liga prácticamente sentenciada, decidió hacer las maletas. El 2 de mayo, el Barça anunció su salida. Con esto, días más tarde, recapacitó y solicitó a Laporta regresar a su puesto de trabajo en la dirección deportiva.
Dos pájaros de un tiro
Así lo confirmó en DAZN días más tarde: "La realidad es que había un proyecto impresionante en el Aston Villa, pero he tenido claro que mi sitio está aquí, este es el mejor club del mundo y estoy totalmente comprometido en ayudar para, en los próximos años, dominar el fútbol europeo. Aquí quiero estar por mucho tiempo".
Pero la convivencia con Deco, que había ganado demasiado peso en la Ciutat Esportiva, se tornó en insostenible. La bicefalia no cuajó, y una vez el ya exrepresentante de Raphinha se había desligado de su agencia D20 Sports, la entidad anunció su incorporación.
Sorprendentemente, aquel 16 de agosto el club también certificó la despedida definitiva de Mateu. Laporta mató dos pájaros de un tiro y aprovechó las pequeñas fricciones entre los dos integrantes del área deportiva para ahorrarse un salario. No hubo sustituto de Alemany, pues Deco asumió poderes plenos.
Promesas en cartera
En el vestuario azulgrana, Mendes también deja una huella cada vez más patente. Después de unir los caminos de Márquez y Deco con el Barça, entre 2004 y 2015 no volvió a representar a ningún jugador barcelonista. Hasta que el agente luso desempeñó el rol de intermediario para fichar a Arda Turan en 2015. Un verano más tarde, echó mano de su enclave portugués establecido en Mestalla con Peter Lim y colocó a André Gomes y Paco Alcácer en el Camp Nou.
Otras dos estrellas incipientes como Nélson Semedo y Francisco Trincao vistieron de azulgrana en 2017 y 2021, respectivamente, gracias a su representante Mendes. En los últimos años, el as de las negociaciones ha pescado en La Masía a Nico González, Ansu Fati, Alejandro Balde y Lamine Yamal. La guinda del pastel, los Joaos, Félix y Cancelo, cedidos en el Barça el pasado verano por la intervención directa de Mendes.
Márquez gana enteros
Y aguardad otro año, porque los responsables del área deportiva del Barça no le quitan el ojo a la progresión de Rafa Márquez como técnico del filial. La competitividad de una plantilla que no aspiraba al ascenso a Segunda División el curso pasado, y que se quedó a las puertas, ha reforzado la figura del entrenador mexicano. Más aún, cuando las críticas se ciernen sobre Xavi Hernández por la zozobra del primer equipo en Liga.
El banquillo es prácticamente el único estamento en el que le falta por establecerse a Mendes en la primera plantilla. Y es que ya ostenta en cartera a numerosos jugadores del cuadro azulgrana, al director de fútbol, posee una amistad con el presidente, y controla al míster del filial. Poco le queda al Barça para asemejarse a unos Wolves más portugueses que nunca que dirigió Nuno Espirito Santo entre 2017 y 2021, movido por los hilos del súperagente luso.
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