Andrés Iniesta era el protagonista pero pocos imaginaban que el morbo estaría servido fuera del escenario. Estaba en las gradas. Xavi Hernández fue uno de los invitados especiales que acudió a acompañar a su antiguo compañero durante tantos años en el FC Barcelona. Los focos estaban puestos sobre él porque era una de sus primeras apariciones en actos públicos desde que fue despedido del banquillo del Barça. Estuvo acompañado en todo momento por su esposa, Núria Cunillera, y llegó también con Edu Polo. 

En el mismo acto estaban presentes algunos de sus antiguos pupilos en el vestuario azulgrana. El presidente Laporta, que llegó acompañado de Enric Masip, no se quiso perder el evento y obligó a que tampoco fallasen algunos representantes del primer equipo del Barça. Una pequeña representación de la plantilla --los lesionados Araujo, Dani Olmo, Gavi junto a Ansu Fati--, el director deportivo, Deco, y su hombre de confianza en la dirección deportiva, Bojan, y el actual entrenador, Hansi Flick, que ha heredado el cargo que ostentó Xavi. Los miembros del primer equipo entraron prácticamente sin ser vistos. No pasaron por el photocall, donde esperaba la poca prensa que quedaba, dado que la mayoría estaban cogiendo asiento en el anfiteatro. Y no se cruzaron con Xavi, su exentrenador. Llegaron muy justos de tiempo, al finalizar la sesión de entrenamiento matutina.

Entre la tensión y la emoción 

Seguramente no fue un momento fácil para el egarense, que salió del club con honores debido a los dos títulos que levantó --Liga y Supercopa-- pero con sabor agridulce. Sus últimos días en el club fueron muy tensos, especialmente después de la pantomima que supuso su ratificación antes del Girona-Barça que, a la postre, duró a penas un mes en ser del todo revocada. Cuando más cómodo se le vio fue escuchando a Andrés Iniesta, que durante la rueda de prensa quitó importancia al Balón de Oro y destacó el valor de la nominación conjunta de Messi, Xavi y él mismo en 2010

Andrés Iniesta, en su despedida como futbolista en Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ

No tenía que ser sencillo volver a ver al presidente, máximo responsable de aquella decisión, ni a Deco, que le daba apoyo mientras seguía en el cargo mientras le decía al presidente que era necesario un cambio de entrenador. Seguramente tampoco era cómodo toparse con Flick, el hombre que ha asumido su puesto y que tan buenos resultados está dando. Todo lo que eran críticas hacia Xavi se han convertido en elogios para Flick. 

Frío reencuentro 

En cuanto al reencuentro con el vestuario, se presupone que debería haber sido emotivo. Principalmente porque así fue su despedida. La mayoría de jugadores le dedicaron sentidos mensajes de adiós en las redes sociales. Sin embargo, posteriormente, algunos de ellos fueron especialmente duros al señalar la mejoría que estaba experimentando el equipo con la llegada de Flick.

Jugadores como Pedri, Lewandowski, Iñigo Martínez o Raphinha han señalado el gran trabajo de Hansi, la buena pretemporada, la mejoría a nivel físico y la mayor claridad en los conceptos. "Tenemos muy clara la idea, lo que quiere de nosotros", dijo Pau Cubarsí, recientemente. Un mensaje repetido por la mayoría y, en algunos casos, con especial hincapié en el cambio. Ninguno de ellos estaba en el acto. Pero estaba Araujo, otro de los que no terminó del todo bien con Xavi

Besa, sentado justo detrás 

No hay imágenes en que se haya visto el saludo de Xavi con todos ellos. Ni con el presidente, ni con Deco, ni con Flick, ni con los jugadores. Se presupone que existió porque Xavi, siempre educado, es un señor. Aunque hubo un momento en que, a la llegada, pasó por detrás de Laporta, que hablaba con Jordi Cruyff y Masip, y no se dirigió a nadie del club.

También se presupone que debió saludar a Ramon Besa, el periodista de El País que bautizó al Barça de Xavi como "el bufón de Europa" tras un bochornoso partido en Alemania contra el Shakhtar, y que estaba sentado justo detrás de Xavi en el viejo cine del Maremagnum donde se celebró el acto de homenaje a Don Andrés Iniesta

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