Arturo Valls da la vuelta al ‘true crime’ y lo carga de humor

Los true crime están de moda. Esos formatos en que se ficcionan los asesinatos más crueles, escabrosos y sanguinarios sucedidos en nuestro territorio o en Estados Unidos. Las plataformas ofrecen varias series y documentales al respecto. Ahora, Arturo Valls, junto a Ana Morgade, presenta algo parecido pero cargado de humor.

La pareja de humoristas se han sumado al nuevo proyecto de Amazon Prime España en el que los famosos se sientan frente a los dos cómicos para revelarles sus anécdotas más curiosas e inconfesables, con un giro para el espectador.

Giro al formato

True Story no se limita a sentar a presentadores y entrevistados en sus sillas para cuenten sus historias, sino que las ficciona con actores de la talla de Pablo Puyol, Itziar Castro o Mariola Fuentes para recrear las aventuras de Pepe Reina, Lola índigo o Paula Echevarría entre otros.

En medio de este complejo entramado está Arturo Valls, un experto en programas de entretenimiento desde que saltara a la fama en Caiga quien caiga. Crónica Global conversa con el valenciano para que nos cuente más detalles sobre este proyecto y descubre a un hombre encantado con su trabajo y con el cambio.

--Pregunta: ¿Cómo definimos esta 'True Story'?

--Respuesta: Uno debe imaginar la típica sobremesa con amigos en los que uno empieza a contar una anécdota. Yo creo que la anécdota es un género narrativo en sí mismo, yo disfruto mucho y hay grandes contadores de anécdotas. Pues bien, lo que hacemos con esa anécdota que nos cuentan los invitados lo que hacemos es ficcionarla, como los true crimes, pero con comedia y grandes notas de humor.

--¿El espectador lo ve entremezclado?

--Lo que verá son los famosos contando la anécdota e intercalamos la ficción con actores que van a hacer de esos personajes. Tiene  mucha gracia porque vamos del plató a la ficción pura y dura.

--¿Y usted cómo lleva el papel del entrevistador?

--Yo soy bastante inquieto y no me suelo quedar en ningún género o formato. Y me apetecía trabajar con Ana Morgade. Yo ya había hecho alguna preguntilla en algún programa de forma puntual, pero aquí la base es la entrevista y me encanta, porque llevas menos el peso y sirves al famoso y tú sólo eres un apoyo.

--¿Apuntan sólo a la anécdota?

--Sí, vamos al grano. Presentamos al famoso y nos metemos en harina. Hay mucho ritmo. No es un qué promocionas y qué es de tu vida.

--¿Ha sido fácil? ¿Hay alguna que se le quedara marcada?

--Todas están muy bien. Y a ver, muchas no se podían contar (ríe), porque el programa tiene un tono blanco. 

Presentadores y entrevistados de 'True Story' / AMAZON PRIME

--¿Y qué aportan Ana Morgade y usted al programa?

--Te iba a decir eso de la locura y la seriedad, pero los dos somos igual de locos. Nos apoyamos muy bien. Ana tiene un conocimiento absoluto del medio, de la improvisación, del timming... Es una superprofesional y más con estos años de radio que lleva encima. Conectamos enseguida.

--¿Le ha picado el gusanillo y le apetece hacer más entrevistas o va a seguir por el humor?

--Así como en la ficción me apetece probar registros más dramáticos y películas con más profundidad, que vayan más allá de la pura comedia, en el entretenimiento no me veo haciendo El objetivo de Ana Pastor, no me apetece, no me seduce hacer entrevistas serias. En el entretenimiento me encuentro a gusto y que la comedia y el humor estén de fondo.

--¿Siempre tuvo claro que lo suyo era el humor y el entretenimiento?

--Nunca he tenido nada claro. Pero sí que en la naturaleza de uno está la comedia y de querer entretener y hacer reír a la gente, desde el colegio casi. Mi vocación era el periodismo y llegó Caiga Quien Caiga que era periodismo con mucho humor de fondo, ese prisma diferente.

--¿Y hay mucha diferencia entre hacer un programa para una cadena en abierto y para una plataforma?

--No sabría decirte. Es verdad que la dictadura de la audiencia es menor, está ahí pero es menos agresiva. En la tele el dato siempre está ahí, día a día. Se ve, se conoce, las cadenas juegan con ello para promocionar sus temporadas. Las plataformas permiten un poco más de riesgo, con el objetivo de la audiencia menos claro, pero cada vez buscan públicos más amplios, y se tendrá que ver si eso va en detrimento de su riesgo y de probar cosas nuevas.

Arturo Vallas y Ana Morgade / AMAZON PRIME

--No para de hablar de cosas nuevas y de trabajar en ellas. ¿Trabaja tanto porque la cosa está muy mal, porque no para de buscar cosas nuevas...?

--Te diría que al contrario, está la cosa muy bien. Mi idea era parar. Estuve 10 años en Ahora caigo y quería parar y dedicarme a la producción, en cocinar lentamente proyectos y, de repente, aparecieron programas como True Story, Mask Singer... Y piensas, ¿por qué no? Son formatos atractivos, diferentes, que son interesantes ya en este papel. Más allá de que me guste trabajar, son tiempos muy buenos para el entretenimiento y hay que aprovechar.

--¿Y en tiempos que al humor se lo mira más con lupa, el entretenimiento es un buen refugio?

--Sí es cierto que tras el boom de la comedia en cine, que parecía la gallina de los huevos de oro, ya no lo son y se ha dejado de hacer comedia, sobre todo en series. Notas que no hay muchas series cómicas. ¿Y si el entretenimiento es un refugio? Sí, es posible que los programadores busquen eso y meterle un poco de comedia.

--Pero usted de hecho está nominado por Tres años y un día, una serie de humor que protagoniza ¡y produce! ¿Cómo es eso de que se metió en la producción? ¿Se ha de tener más valor o humor para ponerse a producir?

--Ambas cosas. Hay que ser un poco valiente, pero en tiempos de crisis, el audiovisual es uno de los sectores que menos lo sufrió. Lo vimos en la pandemia. La gente está ávida de consumir, porque si hay crisis y no puedo viajar o salir, me quedo en casa y veo una serie o un programa. Está siendo un buen momento, pero a ver cuánto dura esta burbuja en el entretenimiento, porque se nota. Cuando quieres formar un equipo, todo el mundo está ocupado, sobre todo los buenos.

--Claro, pero va en detrimento de los cines.

--Sí, hemos notado una gran bajada. Hemos dejado de ir a las salas de cine. La pandemia no ayudó en absoluto. Hay algunos brotes verdes, casi milagros como Alcarràs o El buen patrón, pero el momento es muy cambiante, pero también muy estimulante para estar allí dentro.

Pablo Puyol y Pepe Reina / AMAZON PRIME

--¿Y va haber más ‘True story’?

--Ojalá, porque es muy novedoso. Ofrece algo más, que no hemos visto, poco habitual, este es el requisito que pongo.

--Con casi 25 años que lleva, ¿es fácil encontrar a estas alturas cosas nuevas?

--Cuesta. En el entretenimiento es difícil que no se compre algo que ya esté testado, que no haya funcionado en otros países, cuesta apostar por un formato original. Tu vas a una tele con un formato original y preguntan si hay un piloto, dónde lo han hecho antes y en papel es muy difícil vender un formato.

--¿Falta riesgo?

--Eso es. Es así. Y lamentablemente las plataformas también se acercan ahí y es un peligro para lo artístico, para que las cosas tengan alma. Porque luego surgen cosas como Mask Singer o El juego del calamar... Pero imagínate el que lo fue a vender...

--¿Tiene en la cabeza presentar algo nuevo?

--En principio no, pero estoy preparando That's my jam, que es un programa de Jimmy Fallon que vamos a hacer en España y estoy emocionadísimo, porque si bien es un formato que ya funciona y es algo clásico, me hice un traje a medida de puro disfrute. Y está la norma escrita de que si uno se lo pasa bien, el espectador también. Y yo estoy disfrutando.