‘Fotografía para artistas’, la antesala de la creación pictórica
El Archivo Fotográfico de Barcelona muestra una colección de imágenes de la segunda mitad del siglo XIX que pertenecieron al ilustrador y cronista barcelonés Josep Lluís Pellicer
3 diciembre, 2023 00:00Hubo un tiempo en el que la fotografía era mucho más que puro divertimento. En sus inicios, este novedoso procedimiento trasformó por completo la percepción que el público tenía del mundo exterior y muchos artistas, de la segunda mitad del XIX, supieron aprovechar su potencial como medio documental y modelo pictórico.
“Era una práctica usual y por eso hubo una serie de fotógrafos que se dedicaron a hacer fotografías para artistas, o estudios de lo natural, que en francés llamaban études d’après nature”, explica a Crónica Global Rafel Torrella, conservador del Arxiu Fotogràfic de Barcelona y comisario de la exposición Fotografía para artistas. La colección del dibujante Josep Lluís Pellicer, que permanecerá en la sede de la institución (plaza Pons i Clerch, 2) hasta el 19 de mayo de 2024.
Artista, corresponsal y coleccionista
El dibujante, ilustrador y cronista Josep Lluís Pellicer (Barcelona, 1842-1901) no era fotógrafo, pero durante su vida compró una considerable cantidad de imágenes que le sirvieron como herramienta de apoyo para sus dibujos.
No se sabe con exactitud cuándo comenzó a recolectar ese material, aclara el comisario, pero posiblemente fuera a raíz de sus incursiones en la guerra de Oriente, hacia 1875-76, como corresponsal de la revista madrileña La Ilustración Española y Americana, ya que de aquel episodio existen en la colección del archivo algunas fotografías de miembros del ejército, así como de otros integrantes de una especie de Cruz Roja que debió adquirir allí. Incluso, algunas de las piezas más curiosas de su colección muestran al mismo Pellicer vestido con indumentaria militar.
Copia, modelo, inspiración
Sea como fuere, el caso es que la fotografía siempre estuvo muy presente en su trabajo, y no solamente como copia, también como modelo e inspiración. “Es absolutamente cierto que Pellicer realizaba los dibujos de las campañas de las guerras carlistas desde el campo de batalla, incluso los de las guerras de Oriente, pero también se puede suponer que, en versiones no cronológicas a esa época en las que vuelve a insistir sobre esos temas, recurre a fotografías para copiar o para inspirarse”, sostiene Torrella.
Además, aunque en el siglo XIX el turismo apenas había empezado a desarrollarse, Pellicer viajó bastante. Por ejemplo, hacia 1877 visitó Tánger y a partir de ahí empezó a coleccionar una interesantísima serie de imágenes orientalistas (40 de ellas presentes en la exposición) “que están muy relacionadas con ese ambiente pos-Fortuny, por decirlo de alguna forma, que cultivaban pintores como Josep Tapiró y otros que usaban toda esa tipología orientalista en sus composiciones pictóricas”.
París y el fotógrafo Josep Maria Cañellas
Como corresponsal, el dibujante catalán trabajó durante un tiempo en París, ciudad en la que posiblemente empezó a recolectar de manera más abundante este material fotográfico. De aquella etapa, el equipo del Arxiu Fotogràfic de Barcelona ha logrado identificar, y relacionar, algunas de estas fotografías con escritos y dibujos suyos que aparecen en revistas como la ya citada La Ilustración Española y Americana, la Ilustración Artística y en el periódico La Vanguardia, rotativo donde Pellicer realizó, entre 1890 y 1902, una serie de reportajes llamados Notas y Dibujos en los que narraba sus viajes a París y los lugares por donde pasaba.
Precisamente en la capital francesa coincidió con el fotógrafo Josep Maria Cañellas (Reus, 1856-París, 1902), “uno de los pocos fotógrafos catalanes que realizaron trabajos para los artistas y que además se anunciaba de esta forma”. Especializado en el retrato académico (fotografías del cuerpo humano desnudo), en su obra también destacan las escenas callejeras. Algunas de esas fotografías, realizadas entre 1880 y 1890, adquiridas por Pellicer, le sirvieron seguramente para la composición de sus recuerdos de aquella época parisina.
Aunque la producción del fotógrafo reusense se desarrolló principalmente en París, uno de sus reportajes más relevantes es una magnífica serie compuesta por 555 imágenes, iniciada en 1888, de los pueblos del Empordà por encargo del político y periodista Josep Rubaudonadeu.
Madrid y El Cairo de Maxime du Camp
El proceso de selección para la exposición no ha sido fácil ya que el fondo conservado en el Arxiu Fotogràfic de la colección Pellicer cuenta con cerca de 1.400 imágenes, de las cuales solo 200 forman parte de Fotografía para artistas. La colección del dibujante Josep Lluís Pellicer.
Muchas de ellas resultan especialmente interesantes y de gran valor histórico. Es el caso de dos fotografías de Madrid, una de la inauguración de una plaza de toros, publicada en 1874 en la revista La Ilustración Española y Americana, y otra de la que no existe ninguna referencia hasta la fecha, pero que, gracias a la ayuda de Beatriz Sánchez Torija, conservadora del Museo Nacional del Prado, se ha podido identificar con los festejos celebrados frente al Palacio de las Cortes tras la proclamación de la Constitución española de 1869 por su similitud con un grabado. Ambas “forman parte de la nueva riqueza, porque hasta que no consigues identificar este material y ponerle ubicación, hecho y fecha, no deja de ser solamente una fotografía ilustrativa”, afirma Torrella.
Otras imágenes han adquirido igualmente singular importancia tras identificarlas a través de bibliografía o internet, como por ejemplo una fotografía, también de la colección, realizada por el célebre editor, fotógrafo y escritor Maxime du Camp en su primer viaje a Egipto junto a Gustave Flaubert entre 1849 y 1850.
Son solo algunas de las extraordinarias joyas que han aparecido dentro de toda esta panoplia impresionante de material “que enriquecen considerablemente el fondo del Arxiu Fotogràfic de Barcelona”.