Dos personas pasean por el paseo marítimo de una playa / EFE

Dos personas pasean por el paseo marítimo de una playa / EFE

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El Gobierno irrita al sector turístico tras recular con la apertura de fronteras

Maroto se retracta tras afirmar que la movilidad con Francia y Portugal sería posible desde el 22 de junio y los empresarios alertan de que España va tarde frente a otros destinos mediterráneos

5 junio, 2020 00:00

“En el caso de Francia y Portugal, a partir del 22 de junio se van a quitar las restricciones a la movilidad terrestre”. Las palabras de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, el jueves apenas tuvieron validez durante un par de horas, lo suficiente para provocar el malestar del sector turístico español después de que el Gobierno reculara para asegurar que la movilidad internacional --con los países vecinos incluidos-- no tendrá lugar hasta el 1 de julio. Los agentes turísticos alertan de que iniciar la campaña entonces genera un perjuicio frente a otros destinos mediterráneos y recorta la temporada para un público que veranea entre junio y julio.

La afirmación de Maroto tuvo lugar en un encuentro con la prensa internacional, a la que comunicó que se harán “acuerdos de reciprocidad para eliminar las cuarentenas” con Francia y Portugal. Sin embargo, más tarde, el Gobierno emitió un comunicado en el que se remitía a las palabras del presidente, Pedro Sánchez, que fijó el 1 de julio para la reactivación de la movilidad internacional. En la nota posterior, el Ministerio de Turismo detalló que lo que se permitirá a partir del 22 de junio serán los movimientos nacionales.

 

 

El Gobierno irrita al sector turístico tras recular con la apertura de fronteras / CG

"Cabreo" del sector

“Ahora mismo estamos muy cabreados. Tenemos muchas expectativas en las visitas de franceses y nos parecía oportuno que el Gobierno abriera esa frontera al menos 15 días antes, aunque con las demás se haga más tarde”, apunta el gerente de la Asociación Costa Brava Centre, Martí Sabrià.

En el caso de la Costa Brava, Francia emite un tercio de los visitantes, con reservas de entre tres y cuatro noches, por lo que la apertura de la frontera es determinante para el sector de la zona. “Cuanto más tarde se haga, menos temporada alta tendremos porque los colegios reabrirán en septiembre y los europeos se reincorporan antes. Sus vacaciones son entre junio y julio”, mantiene Sabrià.

"Sopresa" de Portugal

En su comunicado, el Gobierno argumentó que mantiene contacto permanente con la Comisión Europea y con los Estados miembros para coordinar y armonizar la eliminación progresiva de las restricciones en los controles de las fronteras intraeuropeas. Sin embargo, el propio Ejecutivo portugués mostró ayer su “sorpresa” al enterarse por la prensa de que España tenía intención de levantar fronteras el 22 de junio.

"Nos quedamos sorprendidos con estas declaraciones de la ministra responsable de Turismo”, respondió el titular de Exteriores, Augusto Santos Silva. Por desgracia, se suceden declaraciones de ministros sectoriales del Gobierno de España que no se inscriben en ese cuadro de coordinación estrecha, manifestó en alusión al establecimiento de cuarentenas de 14 días para los extranjeros que se mantendrán hasta el 1 de julio.

Críticas por la descoordinación

“Pedimos a la ministra que aligerara las fechas pero no puede haber esta descoordinación entre ministerios porque perjudica al sector”, advierte el presidente de la Asociación Corporativa de Agencia de Viajes Especializadas (ACAVE), Martí Sarrate. “Los europeos planifican con tiempo y necesitan concretar fechas, pero no puede haber contradicciones”, explica.

Por otro lado, Alemania, uno de los principales mercados emisores de turistas, levantará el 15 de junio la recomendación de no viajar a países de la Unión Europea, aunque lo mantendrá en el caso de España. No obstante, el gobierno germano ha asegurado que se trata más bien de un trámite que levantará a partir del 1 de julio, cuando se reactive la movilidad. Con todo el sector, teme que pueda generar una fuga hacia otros destinos mediterráneos. “Los alemanes suelen seguir las recomendaciones de sus gobernantes, por lo que no es bueno para nosotros y puede favorecer a Grecia”, asegura Sabrià.