Mediapro acaba en los tribunales en Francia

Mediapro ha terminado ante los tribunales en Francia. El grupo audiovisual con sede en Barcelona ha encajado una acción judicial en el Estado galo por las condiciones de distribución de su canal Telefoot, el nuevo proyecto para retransmitir los partidos de la LF1 y la LF2, la primera y segunda división galas, y los encuentros de Champions League y la UEFA Europa League.

La acción judicial la anunció el viernes Vivendi, la matriz de Canal +, a quien Mediapro ha arrebatado el contrato de derechos televisivos de la L1, no sin polémica. La cotizada anunció que "habida cuenta de las condiciones impuestas por Grupo Mediapro para la distribución de la cadena Telefoot, Grupo Canal + se ve obligado a remitir el asunto al juzgado para poner fin a la desigualdad de trato a la que está sometida y con el fin de obtener una recuperación justa y no discriminatoria".

"Nos quieren excluir"

En un comunicado, Canal + aseveró que "las condiciones previas a cualquier negociación que ha impuesto Grupo Mediapro a Grupo Canal + son casi imposibles y no realistas en las actuales condiciones de mercado".

Lo que es más, el que hasta ahora era el gran distribuidor de fútbol televisado en Francia considera que la compañía fundada por Jaume Roures, Tatxo Benet y el prófugo Gerard Romy ha fijado unas condiciones "cuyo objetivo son excluir a Grupo Canal + de la distribución de la oferta de fútbol especialmente atractiva que es Telefoot".

La guerra del fútbol se enmaraña

A preguntas de este medio, un portavoz de Vivendi ha indicado que no harían comentarios sobre el envite contra el grupo hispano-chino. Canal + es el gran perdedor de la nueva batalla de la guerra del fútbol en Francia, después de que el gigante con sede en la avenida Diagonal de Barcelona se adjudicara los derechos de retransmisión de la Ligue 1 hasta 2024 con una colosal oferta económica este año.

Ello no ha convencido a todo el mundo. Periodistas especializados en el fútbol francés, como Romain Molina, han puesto en duda la capacidad de Mediapro de aguantar el contrato cinco ejercicios seguidos por su delicada situación económica.