Fachada de los estudios de TV3 en Sant Joan Despí / EFE

Fachada de los estudios de TV3 en Sant Joan Despí / EFE

Business

Un contrato millonario de TV3 acaba ante el juez

Un empresario presenta un recurso ante el TSJC tras ser excluido de un concurso de adjudicación del servicio de ‘steadicam’ valorado en un millón de euros

15 agosto, 2019 23:49

Es uno de los contratos logísticos más importantes de la televisión catalana. Pero será la justicia la que determine si se ajustó a legalidad. El empresario Carlos Rodríguez-Mancheño ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) contra la resolución del Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público, que le excluyó de la licitación del acuerdo marco del servicio de estabilizadores de cámara (steadicam) para las producciones de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA). El valor estimado del contrato ascendía a un millón de euros.

Un total de seis empresarios se presentaron a la licitación, entre ellos Rodríguez-Mancheño y Raul Bujardón. Ambos habían prestado este servicio en base a un concurso publicado en 2014 junto a otros tres empresarios, pero en esta ocasión no fueron seleccionados. Así consta en el acuerdo de la mesa de contratación adoptado el 11 de febrero de 2019, según el cual ambos concursantes habían presentado ofertas inferiores a los mínimos por hora establecidos. En concreto, ofrecían 0€ por servicio estándar en festivo y por servicio adicional.

"Precios temerarios"...

En su recurso ante el Tribunal de Contratos, alegaron que las bases del concurso eran confusos y que, en cualquier caso, no se ofrecían a trabajar gratis, sino que homologaban el previo estándar a los festivos y servicios adicionales.

Otros dos licitadores, Joan Morató, SL y Nicolás Lasarte López rechazaron el recurso por entender que sus competidores habían presentado “precios temerarios”.

...y tumbados

El Tribunal de Contratación rechazó los recursos al entender que las ofertas de los empresarios excluidos “contenían precios por debajo de los límites mínimos indicados en esta licitación” y que "los requisitos del concurso eran entendibles, por lo que la decisión de exclusión de la mesa de contratación no se aprecia errónea ni infundada”.

El contrato fue finalmente adjudicado a Lasarte, Morató (que repiten) y Eduard Dib de Lara. Tras esta decisión, Rodríguez-Mancheno ha acudido a la Justicia.