Mohn saca la cartera para hacer más sostenible su flota de autobuses

Mohn, la compañía de autobuses que opera en el área del Baix Llobregat, ha lanzado este verano un concurso público para dar otro paso en sostenibilidad. La compañía presidida por Montserrat Huch destina 3,2 millones de euros a la compra de otros 10 vehículos que deberán estar activos como muy tarde en septiembre de 2020.

El encargo se hará mediante un concurso público que está abierto hasta el próximo 1 de octubre. La adjudicación tendrá lugar a principios de noviembre y todos los interesados deben tener en cuenta que se buscan autobuses híbridos, que funcionen tanto con diésel como con energía eléctrica para limitar la cantidad de emisiones habitual en este tipo de vehículos.

Compra de la AMB

No es la primera ocasión en que la empresa opta por este tipo de movilidad, diferente de los modelos propulsados por gas natural que se han promovido en otras ciudades como Barcelona. A principios de año ya se entregaron 14 modelos articulados que se usan de forma regular en las líneas que pasan por la ciudad de Viladecans (Barcelona).

Estos modelos fueron introducidos gracias a un programa de compra centralizada que se impulsó desde el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) e implicó la sustitución de 128 vehículos de todo el territorio. Se mejoró la flota total del servicio público a la vez que se introducían nuevas líneas que mejoraban los servicios entre ciudades y se reforzaba la circulación en los trayectos más demandados.  

Beneficios del grupo

Ahora, la adquisición de autobuses con bajas y nulas emisiones corre a cargo de la compañía. Mohn puede asumir con tranquilidad esta concesión. La empresa de transportes ganó más de 3,9 millones de euros al cierre de 2017, el último año con las cuentas presentadas en el Registro Mercantil. Esta cifra implica un descenso de los beneficios del 25% si se comparan con el ejercicio precedente, aunque se mejoró en casi un 7% la facturación. Los ingresos se quedaron en los 31,9 millones de euros.

El grueso de su negocio se encuentra en la operación de líneas de autobús urbano en la comarca del Baix Llobregat, especialmente en la ciudad de Hospitalet. El contrato que mantiene con la AMB está bajo la lupa de la Autoridad Catalana de la Competencia (Acco), que abrió una investigación en junio ante los indicios de un presunto amaño de una concesión por un valor de más de 300 millones de euros.

El grupo está integrado por las empresas Mohn, Oliveras y Rosanbus y da empleo a unas 800 personas.