Una sociedad de los Fradera (ex Uniland) alcanza 211 millones de patrimonio
La saga barcelonesa Fradera nada en la opulencia desde que juntamente con los Rumeu vendió la cementera Uniland al gigante madrileño de la construcción Fomento de Construcciones y Contratas. El importe de la transferencia ascendió a la fruslería de 1.900 millones de euros. Van transcurridos ya diez años desde ese magno trasiego, uno de los de más calibre que se han dado nunca en Cataluña.
Acaeció justo en el apogeo de la burbuja especulativa que asoló el mercado inmobiliario. Para los Fradera y los Rumeu fue la operación más lucrativa de su vida, mientras que para FCC acabó resultando un fiasco de tomo y lomo.
Una sociedad muy cercana
Una rama de la prolífica estirpe de los Fradera colocó parte del peculio en la sociedad de cartera Lumbier, domiciliada en la Ronda Universitat de Barcelona. Esta entidad cerró el pasado ejercicio su cuenta de resultados con unos ingresos de 27 millones y un beneficio neto de casi 14.
Las magnitudes del balance son deslumbrantes. El activo suma casi 250 millones. Sus rúbricas más destacadas son 107 millones en inversiones inmobiliarias, 16 en participaciones en empresas del ladrillo, 67 en inversiones financieras y 50 en tesorería. En el otro platillo de la balanza, los recursos propios ascienden a 211 millones.
Lumbier posee tres filiales inmobiliarias en Barcelona y otras dos en Alemania. La compañía está presidida por Victoria Pérez-Portabella Fradera; es consejero delegado Alejandro Arenas Fradera; y vocal, Alejandra Fradera Peters.