La papelera Cominter refinancia sus deudas

Las condiciones económicas de los recursos frescos significan una sensible mejora sobre los anteriores. Además, alargan los plazos de amortización. Ello permitirá reducir el coste financiero, que venía constituyendo un pesado lastre.

Prestamistas

La reestructuración de los pasivos se ha desarrollado en varias fases durante los últimos años. En 2015, Cominter firmó un primer acuerdo con la banca. A cambio, esta le facilitó 21,5 millones.

El pacto quedó desfasado tres años después y en 2018 hubo de novarse. La empresa se vio forzada a entregar como garantía las acciones de sus filiales, que son las que llevan a cabo el grueso del negocio papelero.

Cominter registró beneficios de explotación durante los últimos años, pero los fuertes dispendios financieros que debía afrontar absorbieron el grueso de los excedentes.

Factorías

La compañía tiene su cuartel general en la plaza Europa, de Hospitalet de Llobregat. Posee dos plantas industriales, en las que trabajan 230 colaboradores. Están situadas en Burriana (Castellón) y Hernani (Guipúzcoa).

Su gestión corre a cargo, respectivamente, de las empresas del grupo Kartogrup y Cominter Tisú. La primera de dichas firmas la adquirió Cominter al grupo italiano del mismo nombre en 2018, tras presentar suspensión de pagos.

Marca blanca de Lidl

Ambas fábricas están especializadas en papel tisú, destinado a la fabricación de papel higiénico, servilletas y pañuelos, entre otros.

Su principal cliente es la cadena de supermercados Lidl, para la que fabrica su marca “blanca”. Cominter tiene firmado un contrato para abastecer las tiendas Lidl de España, Portugal y Francia.

Giro alcista

Según las últimas cuentas conocidas de Cominter, correspondientes a 2020, la cifra de negocio consolidada subió de 102 a 104 millones.

Las magnitudes revelan el nulo impacto que tuvo el coronavirus. Las exportaciones tiraron con fuerza y pasaron a aportar 44 millones, 10 millones más que el año precedente.

Ganancias

El beneficio de explotación subió de 5,1 a 6,3 millones. Los gastos financieros derivados del endeudamiento significaron un desembolso de 4,5 millones.

Las cuentas se rubricaron con un beneficio neto de 1,3 millones, un 41% más.

Auditoría con salvedades

El auditor que ha revisado las cuentas formula una salvedad de grueso calibre. Asevera que los derivados de tipo de cambio no están registrados por su valor razonable, tal como debería haber hecho según indica la normativa contable.

Así pues, Cominter habría de rebajar su resultado en nada menos que 4,1 millones. En consecuencia, la compañía no registró beneficios en 2020, sino una pérdida de 2,8 millones.

Activos

Grupo Cominter nació en 1978. Sus administradores son Francisco Javier Riba Masjuan, Jordi Canals Xicoy y Pere Riba Masjuan.

El consorcio posee unos activos de 81 millones. Los fondos propios están situados en 9,8 millones. Las inversiones realizadas en las dos fábricas rondan los 90 millones, de ellos 15 correspondientes a los inmuebles industriales.