Agujero de 249.000 euros en la consultora de David Madí
Su firma de asesoramiento lleva varios años en declive acelerado, al compás de su pérdida de influencia y sus imputaciones judiciales
13 marzo, 2023 00:00Las labores de asesor que brinda el ex político David Madí a empresas y empresarios no atraviesan su mejor momento. De hecho, en su cartera apenas quedan ya clientes.
Así lo reflejan las magnitudes económicas de Nubul Consulting, la sociedad que emplea para facturar sus valiosos consejos. Dicha entidad está censada en un chalet de Sant Quirze del Vallès.
Caída en picado
En 2021, Nubul solo pudo recaudar la menguada cifra de 137.000 euros, un 31% menos. El retroceso es considerable, pero peccata minuta al lado de la debacle experimentada en los últimos nueve años. En dicho periodo se ha dejado por el camino el 90% de los ingresos.
Nubul logró en el ejercicio 2021 resultados equilibrados, tras abonar a Madí un sueldo de 88.000 euros, un 30% menos que el año anterior.
Año | Ingresos | Resultado |
2021 | 0,13 | 0,009 |
2020 | 0,2 | -0,055 |
2019 | 0,29 | -0,221 |
2018 | 0,34 | -0,274 |
2017 | 0,76 | 0,002 |
2016 | 0,83 | 0,205 |
2015 | 1 | 0,318 |
2014 | 1 | 0,376 |
2013 | 1,4 | 0,639 |
Fondos propios negativos
La sociedad del ex político convergente sufrió en el trienio anterior unas pérdidas próximas al medio millón. Estos quebrantos han reducido a escombros el patrimonio corporativo, que ahora arroja un saldo adverso de 249.000 euros.
En consecuencia, la compañía se encuentra en causa de disolución. Para soslayar tal circunstancia, Madí no tendrá otro remedio que rascarse el bolsillo y restablecer el equilibrio patrimonial.
La tesorería también está bajo mínimos, pues solo quedan 36.000 euros en las cuentas bancarias.
Chalaneos y trasiego de influencias
David Madí dejó la política en 2010, se pasó al campo privado y fundó Nubul. Casi de inmediato, grandes compañías, sobre todo madrileñas, se interesaron por sus servicios y firmaron acuerdos con su empresa de consultoría.
A medida que cambiaban los jerarcas de esas entidades y mudaban los gobiernos catalanes, Madí fue perdiendo capacidad de interlocución con las altas esferas de la Generalitat y los clientes se esfumaron uno tras otro.
Desplome
Más tarde, su situación personal empeoró radicalmente. En octubre pasado fue condenado a 14 meses de cárcel y una multa de 250.000 euros por delitos contra Hacienda y falsedad documental.
A la vez, el magnate valenciano Eugenio Calabuig, dueño de Companyia General d’Aigües de Catalunya, lo destituyó como presidente tras los escasos resultados conseguidos.
Para rematar la faena, la pasada semana el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz lo imputó por el escándalo Ambulancias Egara, que consiste en adjudicaciones administrativas supuestamente corruptas.