Eugenio Calabuig, presidente de Global Omnium

Eugenio Calabuig, presidente de Global Omnium

Business

Eugenio Calabuig, el ambicioso empresario al que Madí decepcionó

La familia de empresarios levantinos confió en la antigua mano derecha de Artur Mas para, en su afán expansionista, conquistar Cataluña

7 octubre, 2022 12:30

Los Calabuig no llegaron al capital de la antigua Aguas de Valencia para calmar las luchas entre accionistas y poner paz en la centenaria compañía levantina. Ése era, en todo caso, el medio. Pero el fin consistía en hacer de su grupo empresarial (Fomento Urbano de Castellón, posteriormente transformado en la actual Global Omnium) un referente nacional e internacional en el negocio del ciclo integral del agua. 

Resulta clave este punto de partida para entender por qué David Madí no ha sido la persona que Eugenio Calabuig, cabeza visible de Global Omnium, quería para su proyecto. 

Expansión imparable

Aguas de Valencia sigue siendo a día de hoy la joya de la corona del grupo pero Calabuig siempre quiere más. No se conforma con estar presente en la mayoría del territorio español y ya cuenta con activos e intereses en zonas como Oriente Medio, Latinoamérica y África

David Madí en una imagen de archivo a la salida de la Ciutat de la Justícia de Barcelona / David Zorrakino - Europa Press

David Madí en una imagen de archivo a la salida de la Ciutat de la Justícia de Barcelona / David Zorrakino - Europa Press

La expansión y proyección de Global Omnium no ha encontrado aun su techo. En este contexto, Eugenio Calabuig buscó el apoyo de alguien como Madí pero no ha tardado en darse cuenta que el que fuera mano derecha del expresidente de la Generalitat Artur Mas ha perdido aquellas llaves maestras que parecía tener en su día para abrir cualquier puerta en Cataluña, por muy acorazada que estuviera. 

Conexiones familiares y políticas

La Comunidad es uno de los pocos territorios del Estado que, por ahora, parecen vedados para Global Omnium, una situación a la que los Calabiug no están habituados.

A finales del pasado siglo, Eugenio Calabuig constituyó Fomento Urbano de Castellón y no tardó en encontrar sinergias con los negocios que llevaba a cabo en la provincia la familia Gimeno, con la está emparentado. 

Conquista complicada

La afinidad con el Banco de Valencia y las oportunas conexiones políticas impulsan un imparable crecimiento en la Comunidad Valenciana que, muy pronto, se le quedará pequeña. No obstante, antes logra el viejo anhelo de que Aguas de Valencia vuelva al capital del terruño tras adquirir las participaciones de Caixabank (precisamente heredada de Banco de Valencia) y Saur, compañía francesa del entorno Suez y, por lo tanto, Agbar

Antigua sede del Banco de Valencia, convertida hoy en sede de CaixaBank en la capital del Turia

Antigua sede del Banco de Valencia, convertida hoy en sede de CaixaBank en la capital del Turia

Si Suez irrumpió en su día en territorio de Aguas de Valencia, los Calabuig tratarían de hacer lo propio en los Agbar. Una cuestión nada sencilla cuando se trata de un negocio basado en contratos públicos y, por lo tanto, requiere llamar a las puertas de la Administración

La experiencia de Madí

En este punto entra en juego la figura de David Madí, con el pedigrí que le otorgaba haber trabajado de asesor de Cataluña para grupos del tamaño y la relevancia de Endesa y Telefónica

Alguien como Eugenio Calabuig no aspira a menos. Pero el hombre que necesitaba era aquel Madí de mediados de la pasada década y no el actual, involucrado en sumarios, que llegó a ser detenido por el ‘caso Voloh’ y al que algunos empiezan a tener reparos en coger el teléfono. Una historia que no da más de sí.