Foto de grupo de 400 miembros de la familia Raventós, propietaria de Codorníu / JORGE ANDREU

Foto de grupo de 400 miembros de la familia Raventós, propietaria de Codorníu / JORGE ANDREU

Business

Un fondo estadounidense compra Codorníu por 300 millones

Carlyle cierra la adquisición de más del 55% de la compañía catalana de cava con reticencias de parte de un sector de la familia Raventós

28 junio, 2018 09:39

La familia Raventós ha vendido más del 55% del capital de Codorníu a un fondo de inversión de Estados Unidos. Se trata de Carlyle, que se ha hecho con una participación mayoritaria de la compañía de cava por unos 300 millones de euros. La operación, que se prevé que se complete a finales de año, llega pese a las reticencias de una parte de la familia que controlaba hasta ahora la empresa. 

La presidenta de Codorníu, Mar Raventós, es una de las que se oponía a la venta de la compañía, aunque a última hora del miércoles accedió a que se cerrara la operación. Como ella opinaban el ex director general Xavier Pagés Font y los accionistas Xavier e Isabel Ferrer Urrutia. Raventós había anunciado en febrero que dejaría su cargo a finales de año, tras dos décadas al frente de la empresa y alcanzados los 65 años. La presidenta ha asegurado, a través de un comunicado, que el acuerdo "permitirá impulsar la internacionalización, además de consolidar y dar continuidad a la estrategia del grupo centrado en la construcción de marcas de valor y prestigio".

Asumirá la deuda

El importe total que pagará Carlyle será de 390 millones, ya que el fondo asumirá la deuda del grupo. Antes de alcanzar este precio final, Carlyle ya había pujado dos veces por la bodega y aumentó la oferta para hacerla atractiva para la parte menos convencida de la propiedad.  

La familia Raventós había contratado a una entidad para encontrar una alternativa a la propuesta de Carlyle. Otra de las empresas que se habían interesado por Codorníu era el fabricante francés Vranken Pommery. Ahora, falta que el consejo de administración acepte la transacción. 

Doblar la facturación

La intención de Carlyle es crear un gran grupo europeo de vinos y espumosos. Codorníu sería la compañía de cabecera y duplicaría su facturación, hasta unos 400 millones. Para financiar la creación de este grupo y su crecimiento, podrían vender activos de la empresa catalana. En octubre de 2017, Codorníu trasladó su sede social de Cataluña a La Rioja por la situación política en Cataluña. 

Sobre el futuro de la plantilla ha hablado este jueves CCOO. El sindicato ha exigido a la dirección de Codorníu "garantías de futuro" y "estabilidad" para los trabajadores de la empresa. A través de un comunicado, los representantes de los empleados han recordado también que la compañía tiene la obligación de reunirse con su plantilla para informarles de los cambios que se producirán a raíz de esta operación.