Buffett también huye de Cataluña y traslada a Madrid su aseguradora española

La medida se produce poco antes de la celebración de las elecciones autonómicas en Cataluña, convertidas una vez más en un plebiscito sobre el procés independentista y después de que la Generalitat haya gestionado con más luces que sombras la pandemia del coronavirus, especialmente desde el punto de vista económico, lo que ha empezado a tener repercusiones en las cifras macro.

Sucursal en España

En 2019, Berkshire Hathaway acordó establecer en España una filial de su negocio asegurador, uno de los más importantes del conglomerado controlado por el conocido como oráculo de Omaha. Cuatro años antes, el hólding había constituido una filial europea en Irlanda, denominada Berkshire Hathaway European Insurance (BHEI), que le permitiría operar en toda la Unión Europea gracias al pasaporte comunitario para el sector asegurador.

Aun así, el interés de Buffett por el sector asegurador español, en el que observa un gran potencial, llevó a BHEI a establecer una sucursal en España, especialmente después de que en junio de 2019 se hiciera con su primer contrato, la póliza de responsabilidad civil y patrimonial del Servicio Cántabro de Salud, adjudicada por el Gobierno regional de Cantabria.

Barcelona, la primera elegida

A tal fin, BHEI eligió Barcelona para establecer la sede de la sucursal española, a pesar del movimiento de fuga de empresas que se ha producido en Cataluña desde finales del pasado 2017, a raíz de los acontecimientos relacionados con el procés que derivaron en el referéndum ilegal del 1-O, la fallida declaración unilateral de independencia y la posterior destitución del Gobierno de la Generalitat que lideraba Carles Puigdemont como consecuencia de la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Toda una muestra de confianza por parte del hólding de Buffett en Cataluña que no ha tardado en desaparecer. La sucursal española de BHEI, dirigida por Ignacio Almazán, toma el puente aéreo para instalarse en Madrid, donde ocupará unas oficinas situadas en la zona financiera de Azca, en el eje del paseo de la Castellana, próximas a la sede del Ministerio de Asuntos Económicos.

Batalla por la fiscalidad

La decisión del hólding de Warren Buffett también llega en medio de la batalla por la fiscalidad que ya arrastraban el Gobierno central y la Comunidad de Madrid y que ha avivado las negociaciones para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.

El Gobierno regional que ahora preside Isabel Díaz Ayuso ha hecho bandera de una estrategia de rebajas fiscales que ha desarrollado en los últimos 15 años y que le ha hecho pasar del cuarto al primer puesto del país en lo que se refiere a PIB en términos absolutos.

Más de 3.500 traslados

El acuerdo del Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos con ERC para que la formación republicana apoye las cuentas públicas supone una subida de impuestos en Madrid que el Ejecutivo regional piensa llevar a los tribunales.

Tras una reciente visita a Cataluña, Díaz Ayuso recordó en el Parlamento regional que más de 3.500 empresas han traslado su domicilio fiscal desde Cataluña a la Comunidad de Madrid desde los citados episodios del otoño de 2017. La cuenta no parece haberse detenido y ahora suma un ilustre elemento.

El "aviso" de Telefónica

Cabe recordar que una empresa de referencia como Telefónica volvió a incluir recientemente la situación en Cataluña como el principal elemento de incertidumbre en España, en el contexto de un documento dirigido a los inversores y registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Como informó en su día Crónica Global, la operadora que preside José María Álvarez-Pallete mencionó en el capítulo referido a los riesgos financieros la incertidumbre generada por “la situación política en Cataluña, que puede resurgir en el medio plazo”. Y, además, se hacía alusión a la repercusión para el conjunto del país que, por la estructura de su economía, tiene una elevada dependencia de la inversión extranjera.

Fuentes del mercado aseguraron a este medio que la inclusión de la nota venía motivada por la creciente preocupación de los inversores acerca de la sensación de caos que emerge desde el Gobierno de la Generalitat, especialmente agravada por cuestiones como la gestión de la pandemia del coronavirus, además de la situación derivada de la inhabilitación por desobediencia a la justicia del ya expresident Quim Torra, decretada por el Tribunal Supremo a la vuelta del verano.