José Ignacio Goirigolzarri, presidente ejecutivo de Bankia, en la presentación Resultados 4T 2018 / BANKIA

José Ignacio Goirigolzarri, presidente ejecutivo de Bankia, en la presentación Resultados 4T 2018 / BANKIA

Business

La banca española espera la subida de tipos como 'agua de mayo'

Con los intereses en negativo y sin visos de subir en 2019, Bankia se juega a una carta doblar beneficios y repartir más de 2.500 millones de dividendo. Sabadell y CaixaBank, también muy pendientes

29 enero, 2019 00:00

Cada día que pasa sin que suban los tipos de interés el sostenimiento de la banca española resulta cada vez más difícil, con los márgenes exprimidos al máximo gracias al aumento de las comisiones, pero ya nadie tiene la certeza de que, como se preveía, esa subida vaya a producirse en 2019.

Retrasos y más retrasos que tienen en vilo a las entidades financieras, sobre todo aquellas, como Bankia, Sabadell o CaixaBank, que ven cómo la demora puede poner en riesgo el cumplimiento de sus objetivos.

Planes en riesgo

Bankia seguramente es el ejemplo más evidente de cómo ese retraso en el cambio de la política monetaria entrañaría serias dificultades para lograr sus planes, por el peso elevado que tienen en su balance las hipotecas, ligadas a al Euribor y, por tanto, a la trayectoria del precio del dinero.

José Sevilla (i) y José Ignacio Gorigolzarri en la presentación de la cuenta de resultados de Bankia de 2018 / BANKIA

José Sevilla (i) y José Ignacio Gorigolzarri en la presentación de la cuenta de resultados de Bankia de 2018 / BANKIA

José Sevilla (i) y José Ignacio Gorigolzarri en la presentación de la cuenta de resultados de Bankia de 2018 / BANKIA

De momento, la previsión hecha para el pasado ejercicio, de que el precio del dinero siguiera en terreno negativo, se ha cumplido, pero en el banco ya no son tan optimistas respecto a que al cierre de 2019 esos tipos estuvieran en el 0,29%, como se preveía, a la vista de lo que acaba de dejar entrever el Banco Central Europeo (BCE), de que las subidas de tipos podrían retrasarse si los nubarrones que se ciernen sobre la economía no se despejan.

No obstante, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, tirando de su proverbial optimismo, intentaba poner al mal tiempo buena cara durante su comparecencia ante los medios para comentar los resultados obtenidos por Bankia al cierre de 2018.

"Hay luz al final del túnel, pero es más largo de lo esperado"

“Esperemos que se produzca algún movimiento en los próximos doce meses”, apreciaba Goirigolzarri con confianza relativa, a la vista de la previsión que él mismo hacía a mediados de 2017 de que ya veía el final del túnel y que en 2018 subirían los tipos.

Sigo viendo la luz, pero es verdad que ha pasado mucho más túnel del que esperaba, y hoy las curvas de tipos son muy distintas a las que teníamos planificadas”, reconocía.

Más difícil todavía: doblar beneficios

Y es que, sin esa subida de tipos, se hará difícil que Bankia llegue en dos años a prácticamente doblar los 700 millones de euros de beneficios obtenidos en 2018, hasta los 1.300 proyectados al cierre de 2020.

Y también se antoja muy complicado que la rentabilidad del banco --todavía claramente por debajo del 6%-- se duplique igualmente en dos años hasta el umbral del 11%, tanto sobre fondos propios como sobre el capital.

Acciones de Bankia / EE

Acciones de Bankia / EE

Acciones de Bankia / EE

Nada de rebajar ya previsiones

Con todo, Goirigolzarri no quiere ni oír hablar, como ya han adelantado algunos analistas y bancos de inversión, de la necesidad de rebajar las previsiones contempladas en el plan estratégico.

“Es demasiado pronto hablar de esto cuando todavía faltan dos tercios del partido por jugar”, echaba mano del símil futbolístico el presidente de Bankia para agarrarse al clavo ardiendo de que los tipos, por fin, suban más pronto que tarde. Subidas que el banco había previsto que llegaran al 0,29% en 2019 y al 0,73% en 2020, e incluso no se descartaba que se situaran en el entorno del 1%.

Cuentas para lo bueno, no para lo malo

En ese caso, Bankia se atrevió incluso a cuantificar incrementos adicionales de las ganancias, de 1.300 a 1.500 millones de euros, del beneficio por acción, del 0,43% al 0,51%, y de la rentabilidad, hasta superar el 12%.

Lo que no habían contemplado los responsables de la entidad --todavía participada al 61,4% por el Estado a través del FROB-- es que los tipos no llegaran a subir en 2020 al menos hasta ese 0,73% previsto.

José Ignacio Goirigolzarri, presidente ejecutivo de Bankia / BANKIA

José Ignacio Goirigolzarri, presidente ejecutivo de Bankia / BANKIA

José Ignacio Goirigolzarri, presidente ejecutivo de Bankia / BANKIA

Los 2.500 millones de dividendo se pagarán como sea

A pesar de todo, Goirigolzarri dejaba caer en la rueda de prensa el dato de que los 2.500 millones de euros de retribución al accionista entre 2018 y 2020 se pagarán sí o sí.

“Cumpliremos este objetivo sea cual fuera la evolución de los tipos de interés”, asumía con rotundidad el presidente de Bankia, dejando la puerta a operaciones extraordinarias que permitieran cumplir con este objetivo o plantear un aumento del pay out por encima del 50%.

Pago extraordinario por exceso del 12% del capital

Y, además, resta por abonar el exceso del capital sobre el 12% --quedaba en 2018 en el 12,51% tras generar 800 millones--, que se fijará “cuando recibamos los requerimientos de capital para 2019”, señalaba el presidente de Bankia.

De momento, y a falta de que la próxima junta ratifique la propuesta que hará el consejo del banco, los accionistas de la entidad recibirán 357 millones de euros --el 50% de los beneficios obtenidos--, de los que 219 millones irán a parar a las arcas del Estado el próximo mes de abril.

Devolución de 3.000 millones de ayudas públicas

De esta forma, las ayudas reintegradas ascenderán a 3.083 millones de euros, el 14% de los más de 22.000 millones aportados en 2012 para el rescate de la entidad financiera.

En este sentido, las cuestiones planteadas a Goirigolzarri sobre la privatización de Bankia, con la salida del Estado de su capital fueron recurrentes durante su comparecencia en rueda de prensa. Y todas atendidas en el mismo sentido.

"No es el mejor momento para la privatización"

"Nosotros siempre trabajaremos sin referencia a la privatización, centrándonos en la gestión. Y será el Frob el que decida cuándo y a qué precio quiere privatizar”, reflexionaba. Aunque, también reconocía que “ahora, con una caída de los bancos del 30% en 2018, no es el mejor momento para la privatización”.

Con la cotización en los actuales 2,548 euros --ligeramente por debajo del cierre de 2018, ejercicio en el que retrocedía un 34%--, Bankia tiene un valor de mercado de 7.870 millones de euros, con lo que el 61,4% del Estado capitaliza por 4.830 millones.

Un cajero de Bankia / EFE

Un cajero de Bankia / EFE

Un cajero de Bankia / EFE

Posibles fusiones

Preguntado por la posibilidad de que el Gobierno de Pedro Sánchez deje de considerar en exclusiva la venta de pequeños paquetes para barajar la posibilidad de vender un paquete de control, Goirigolzarri aseguraba que “en mis conversaciones con ellos no he percibido esa sensación”, acotaba.

Y, en ese sentido, aun reconociendo su deseo de que Bankia “continúe solo”, sí entiende el presidente de la entidad que existan “rumores de todo tipo y condición sobre posibles fusiones, porque Bankia es el mejor complemento para cualquiera”.

"Enorme sorpresa" por las escuchas de FG

Al margen de los asuntos relacionados estrictamente con los resultados de Bankia, Goirigolzarri tuvo que afrontar un aluvión de cuestiones sobre su pasado en BBVA durante más de 30 años y las supuestas contrataciones de servicios de espionaje bajo la presidencia de Francisco González.

“Fue mi presidente durante 8 años y nunca juzgo a personas ni para lo bueno ni para lo malo, pero sí tengo que reconocer que lo de las escuchas ha sido una enorme sorpresa. Nunca supimos nada de ello ni participamos en el supuesto de que realmente hubieran ocurrido”, reflexionaba el presidente de Bankia sobre este espinoso asunto, dejando claro que, respecto a algunas informaciones publicadas, “no he sospechado que nadie me estuviera espiando”.