Nuevo récord de Amancio Ortega: su participación en Inditex supera los 100.000 millones de euros
- El dueño de Zara se convierte en el primer inversor de la bolsa española que supera esta cifra con una única posición
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Nuevo hito bursátil para Amancio Ortega, fundador y accionista mayoritario de Inditex. La pujante cotización del imperio textil surgido a mediados de los 70 ha hecho que la participación que mantiene su creador dispare su valoración por encima de los 100.000 millones de euros, un hecho insólito en la historia de la bolsa española.
Hace tiempo que el empresario leonés afincando en Galicia pasó a engrosar el selecto grupo de los "cien mil millonarios", aunque para ello necesitaba apoyarse en el valor de su vasto patrimonio inmobiliario, construido precisamente a base de reinvertir buena parte de los dividendos que percibe de Inditex.
Sin embargo, en estos momentos a Ortega le es suficiente con su posición en Inditex, muy cerca del 60% del capital, para alcanzar la mágica cifra, al alcance de poco menos de veinte personas en todo el planeta.
Este miércoles, Inditex volvió a marcar máximos históricos y sus acciones cerraron por primera vez por encima de la cota de 55 euros. Concretamente, en 55,08 euros (muy cerca de los 55,14 que estableció como máximo intradía), lo que sitúa la capitalización bursátil de la compañía que preside Marta Ortega, la hija menor del fundador, por encima de 171.600 millones de euros.
De resultas, el paquete de acciones en poder de Amancio Ortega está valorado en 101.787 millones de euros. Una cifra que supera en cerca de un 13% la capitalización bursátil de Iberdrola, la compañía que sigue a Inditex en el Ibex en términos de tamaño y que también cotiza en estos días en los precios más elevados de su historia.
Otra relación que da cuenta de la dimensión que ha adquirido la participación de Ortega en Inditex es la relativa a la capitalización total del Ibex 35. Un 16,5% de ésta corresponde al paquete de acciones del dueño de Zara.
La primera referencia
Lejos queda aquella primera valoración de la participación del empresario en la salida a bolsa de Inditex, que permitió poner en valor por primera vez la fortuna de aquel enigmático hombre de negocios del que ni siquiera se conocía su aspecto físico.
En aquella primavera de 2001, la prensa económica daba cuenta de que el patrimonio de Amancio Ortega se encontraba cerca del billón… de pesetas, dado que aún por entonces el euro no estaba aún en circulación (aunque sí en el sistema bursátil, cuyas cotizaciones ya fluctuaban en la moneda única).
La OPV de Inditex valoró la participación con la que se quedó Ortega en algo más de 5.400 millones de euros. Desde entonces, aquella cantidad se ha multiplicado por 18,7, sin necesidad de que su propietario moviera un sólo título.
Una sideral revalorización del 1.770% en términos absolutos y 96.350 millones de euros en términos absolutos, que ha terminado por redondear una cifra que amenaza con quedarse pequeña.
En lo que va de año, Inditex es la cuarta compañía del Ibex con mejor comportamiento, con una revalorización muy próxima al 40%. Tan sólo superan este desempeño IAG, Caixabank y Banco Sabadell, inmerso en el proceso de la OPA hostil que lanzó BBVA a mediados del pasado mes de mayo.
Además de Inditex, Amancio Ortega mantiene otras dos posiciones en cotizadas españolas, que se corresponden con sus participaciones del 5% en Redeia y Enagás, los operadores de los sistemas de transporte de electricidad y gas, respectivamente, en España.
Un imperio inmobiliario
A precios actuales de mercado, estas participaciones están valoradas de forma agregada aproximadamente en 650 millones de euros.
En paralelo, la cartera inmobiliaria de Ortega cuenta con activos valorados en torno a 20.000 millones de euros. Está compuesta principalmente por grandes edificios de alquiler en renta situados en plazas como Barcelona, Madrid, Londres, París y Nueva York; también cuenta con centros logísticos en España, el resto de Europa y EEUU.
Todo este patrimonio sitúa al dueño de Zara entre las 15 primeras fortunas del mundo, muy cerca de referentes del sector tecnológico como Sergey Brin, cofundador de Google; y Steve Ballmer, ex consejero delegado de Microsoft.