De 2,94 euros a 32,41: veinte años de Inditex en bolsa

“Veinte años no es nada…”, cantaba el mítico Carlos Gardel. Inditex no se ha encargado exactamente de desmentirlo, pero sí de demostrar que cunden mucho. La cábala de los números ha querido además que la compañía cumpla este aniversario señalado con cifras rotundamente redondas: además de la citada revalorización, una capitalización muy próxima a los 100.000 millones de euros… que apenas superaba los 9.000 millones en su estreno bursátil.

Para entender mejor la dimensión de la trayectoria de Inditex como empresa cotizada, el incremento de más de 90.000 millones que ha experimentado su capitalización supone una media cercana a los 18 millones de euros por cada día de fluctuación en el mercado. Y ese ritmo sostenido durante 20 años, día tras día, semana tras semana…

Supervivencia a las crisis

A pesar de haber atravesado hasta tres crisis de carácter global desde entonces, Inditex no ha faltado ningún ejercicio a su cita con el dividendo para sus accionistas que, además, ha evolucionado conforme a sus resultados.

En estas dos décadas en bolsa, la compañía ha repartido algo más de 25.000 millones de euros en este concepto entre sus socios, a los que, además, nunca ha pedido un esfuerzo adicional. Inditex se cuenta entre las pocas empresas del Ibex 35 que jamás ha llevado a cabo una ampliación de capital. Su crecimiento en el parquet ha sido “a pulmón”.

El misterio del fundador

La salida a bolsa de Inditex levantó en su día mucha expectación, además de por su volumen, por el halo de misterio que rodeaba a su fundador y accionista mayoritario. Unos años antes, Amancio Ortega había empezado a aparecer en los listados de las mayores fortunas individuales del planeta mientras las tiendas Zara brotaban por toda España y parte del extranjero casi por generación espontánea.

Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los otros ‘ricos’ del país, Ortega destacaba por lo que no se sabía de él, que era casi todo. Para empezar, su aspecto físico. Durante mucho tiempo circuló una única foto del empresario, tamaño carnet. Según contaban los que conocían algo de su entorno, él mismo se encargaba de que jamás fuera fotografiado en público.

Esperando a Ortega... en vano

El hecho de que Inditex se convirtiera en una empresa cotizada hizo pensar a muchos que todo esto cambiaría, que Ortega tendría que empezar a dejar verse, a comparecer en público e, incluso, a conceder alguna entrevista a medios de comunicación. Pero nada más lejos de la realidad. Las dos últimas posibilidades no se han hecho reales a día de hoy. La primera, de forma muy limitada.

En aquellos tiempos, las compañías que daban el salto al parquet solían comparecer en los días previos en el palacio de la Bolsa de Madrid para presentarse ante los medios de comunicación, como parte del road-show ante los inversores. El día reservado a Inditex, muchos esperaban a Ortega, pero fue en vano. Su entonces consejero delegado, José María Castellano, se encargó de hacer los honores y de excusar la ausencia del empresario. “A nuestro presidente no le ha sido posible estar hoy con todos ustedes”. Y con eso bastó.

Aún en pesetas

Su estreno, el 22 de mayo de 2001, ya fue todo un presagio de lo que vendría después. Inditex cerró con una subida del 22,4%. “Ya vale 1,86 billones”, tituló por entonces La Voz de Galicia. No se trata de un error. En aquel tiempo, los valores ya cotizaban en bolsa en euros pero la moneda única aún no se había introducido en el sistema; de modo que cuando Inditex debutó en bolsa, en sus tiendas aún se pagaba en pesetas. Y eso es lo que valía la empresa tras aquel primer y exitoso día: 1,86 billones… de pesetas, transformados 20 años después en 16,63 billones de pesetas.

Inditex no tardó en ingresar en el selecto club del Ibex 35, especialmente por su capitalización, aunque su ponderación en el indicador se veía penalizada por su limitado capital flotante. Tras la OPV, Ortega mantenía el 60% del capital (que aún conserva) y su entonces esposa, socia y cofundadora de la compañía, Rosalía Mera (fallecida en el verano de 2015), contaba con otro 5% (actualmente en manos de Sandra, hija de ambos).

Agigantado

Por entonces, una Inditex valorada en algo más de 10.000 millones de euros no se podía comparar con valores como Santander (aun denominado BSCH) o BBVA, con capitalizaciones por encima de los 40.000 millones. Y qué decir de Telefónica, que lideraba el selectivo con cerca de 85.000 millones de euros.

Dos décadas después, la capitalización de la textil no está muy lejos del resultado de sumar la de los otros tres valores mencionados con anterioridad. Y triplica la del BBVA. Y casi quintuplica la de la operadora.

Y la bolsa no subió

También es muy significativa su comparación con el propio Ibex que, en el momento del debut de Inditex, cotizaba por encima de sus cotas actuales, concretamente en el entorno de los 9.600 puntos. Es decir, que en el tiempo en que la propietaria de Zara se ha disparado un 1.000%, el selectivo se ha dejado algo más de un 5%.

Con todo, Inditex cotiza en este aniversario algo alejada de sus máximos históricos, registrados a mediados de 2017. Por entonces, la capitalización de la compañía se disparó por encima de 113.000 millones de euros, la cifra más alta alcanzada nunca por una empresa española.