Batalla laboral, denuncias y un bar secreto en el pasaje gastronómico de Barcelona
Guerra secreta en la Concepción, la bocacalle de los restaurantes pijos de la Ciudad Condal
19 mayo, 2024 00:01Guerra secreta en el pasaje gastronómico de Barcelona. Un alud de denuncias, improperios, tensiones, despidos, denuncias y un bar secreto han roto la tradicional paz del Pasaje de la Concepción, la bocacalle con algunos de los restaurantes más codiciados de la Ciudad Condal.
Lo han detallado fuentes del sector, que han alertado de que ha estallado un gravísimo conflicto en Bocagrande y Bocachica, dos de los locales más granados del entorno de Paseo de Gracia. El restaurante y coctelería de autor, con casi 100 trabajadores, se ha sumido en un pozo de tensión después de que se convocaran elecciones sindicales un año atrás.
Despidos
La convocatoria no sentó bien. Uno de los trabajadores, que buscaba concurrir a una lista electoral, fue expedientado en distintas ocasiones y, finalmente, despedido.
En paralelo, diversos cargos del bufé se han marchado protestando por las malas condiciones, que incluían, siempre según ellos, sanciones por la vía de las propinas, un extra que ayuda a los empleados a complementar sus remuneraciones vía convenio.
El intento de la gerencia de apaciguar los ánimos no ha surtido efecto.
Elecciones
Finalmente, los comicios se celebraron en octubre de 2023. Las ganó CCOO, pero la paz laboral no ha llegado. Un delegado de UGT ha sido despedido y la cita electoral, impugnada porque directivos de la empresa se habían apuntado en la opción vencedora. Entre ellos, Jordi Collado, CEO de Bocagrande.
La interlocución entre ambas partes ha sido tensa, con acusaciones de "terrorista" entre algunas de las partes. Diversas sanciones han terminado impugnadas y hay denuncias en los tribunales.
Silencio de la empresa
Este medio ha preguntado a Subirats Bureau, grupo de la familia Subirats, por el conflicto. No ha tenido respuesta. La firma de hotelería y restauración se alió el hostelero Lluís Canadell para operar el doble cenador desde principios de los años 2010, y la misma entente tutela el prestigioso El Nacional, en pleno Paseo de Gracia.
En el plano particular, el empresario Joan Subirats administra nueve hoteles y dos restaurantes --incluido Lomo Alto-- desde su palacete de la avenida Pearson, una de las zonas más caras de Barcelona. En 2022, último ejercicio disponible, la firma arrojó pérdidas, explicó Metrópoli.
Un bar secreto
En cualquier caso, el conflicto en el pasaje gastronómico barcelonés por antonomasia se ha envenenado por otro motivo: un bar ilícito situado en los baños de Bocagrande, aseo subterráneo en el que pinchaba un disyóquei que ha erizado vellos en el Ayuntamiento de Barcelona, explican fuentes sindicales.
No en vano, los sótanos secretos han quedado al albur de las inspecciones municipales: a principios de año fue precintado el sótano del restaurante-lounge El Galliner, en el Raval, por excederse de la licencia de local gastronómico.
Un pasaje sin igual
Esta trifulca de alta intensidad --baja si se mide extra muros-- ha sacudido el apacible Passatge de la Concepció, el corredor gastronómico por excelencia de la capital catalana. Allí, en apenas unos centenares de metros, se arremolinan templos como el propio Bocagrande; Petit Comitè y Tragaluz, Mordisko y El Japonés, (de Grupo Tragaluz).
Completan la oferta El Cafè de l'Arquitecte, en los bajos del hotel Casa Sagnier, en la esquina con Rambla Cataluña; y el Bistrot de Santa Eulàlia, en la tienda textil homónima, en la confluencia con el Paseo de Gracia.