Thomas Glanzmann, consejero delegado de Grifols, durante una junta de accionistas

Thomas Glanzmann, consejero delegado de Grifols, durante una junta de accionistas EFE

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Gotham señala directamente a Tomás Dagá como el problema de gobernanza de Grífols

La farmacéutica vuelve a desplomarse presionada por los especuladores, la amenaza de rebaja de 'rating' y el acoso del fondo bajista que desencadenó la crisis que se ha llevado por delante cerca de 3.200 millones de capitalización

7 marzo, 2024 00:00

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El círculo de los problemas de gobernanza de Grífols se estrecha sobre la figura del consejero Tomàs Dagà. El último en señalarle directamente como una clave en este sentido ha sido Gotham City Research, cuya última (por ahora) nota sobre la compañía ha vuelto a generar una estampida de inversores que ha dejado al valor por debajo de los siete euros, algo que no sucedía desde finales de 2011

Desde que el fondo bajista desencadenara la mayor crisis de la compañía como cotizada, a comienzos del pasado mes de enero, el esquema de gobierno corporativo de Grífols se ha situado en el foco del mercado como uno de los factores que está provocando la salida masiva de capital del valor, cuantificada desde entonces en cerca de 3.200 millones de euros en términos de capitalización bursátil.

Conflictos de interés 

Este miércoles, Gotham City volvió a sembrar el pánico en Grífols con otro informe, mucho más breve que el primero, en el que, al margen de una nota de tinte muy técnico acerca de las prácticas contables, incidía en dos aspectos sobre el gobierno corporativo que han llamado especialmente la atención.

El primero, el hecho de insistir en la idea de la existencia de numerosos conflictos de interés entre la compañía y diversos actores involucrados, entre los que menciona al consejero delegado (en la actualidad, el también presidente, Thomas Glanzmann, hasta que Nacho Abia le releve en la primera de las funciones a partir de abril), miembros de la familia fundadora y el consejero Dagà, el único al que menciona específicamente por su nombre.

Tomás Dagà, consejero de Grifols desde 2000 y socio fundador de Osborne Clarke en España / CG

Tomás Dagà, consejero de Grifols desde 2000 y socio fundador de Osborne Clarke en España / CG

Tras el desplome de finales de la pasada semana, como consecuencia de presentar los resultados anuales aún sin auditar, Crónica Global se hizo eco del sentimiento generalizado del mercado a la hora de señalar al hombre de confianza de los Grífols como el centro de los problemas de gobernanza de la empresa, que resta confianza a marchas forzadas. 

Dagà es el ejemplo paradigmático de la figura que Gotham describe genéricamente como generador de conflictos de interés: "Actúan como accionistas, consejeros, contrapartes, acreedores, asesores y deudores de Grífols, y muchas veces al mismo tiempo".

Juez y parte al unísono

En el caso de Dagà, su papel de consejero de la compañía (que perdió ya su condición de independiente por el largo tiempo que ha ejercido como tal) se entremezcla con el de accionista de Scranton Enterprises, el socio con el que la farmacéutica ha llevado a cabo las operaciones vinculadas que están en el foco de la polémica. 

Y además, también con el de asesor, en su papel de socio fundador en España del despacho británico Osborne Clark, que ha defendido los intereses de la empresa en las grandes operaciones corporativas que ha llevado a cabo en los últimos años. El segundo punto que ha llamado la atención del mercado ha sido el hecho de que las preguntas con las que Gotham concluye la nota van dirigidas hacia los consejeros independientes. 

Imagen de la sede de Grifols en Sant Cugat del Vallès (Barcelona)

Imagen de la sede de Grifols en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) EP

El polémico fondo fundado y dirigido por Daniel Yu parece perfectamente consciente de la controversia que esta situación ha generado en el seno del principal órgano ejecutivo del productor de hemoderivados, en el que los vocales independientes, actualmente el 50% del total, han llevado la voz cantante a la hora de provocar los cambios que en las últimas semanas ha habido en relación con el gobierno corporativo de Grífols. 

El fichaje de Nacho Abia y la salida de los miembros de la familia fundadora de toda función ejecutiva han sido los más destacados aunque, como también indicó este diario, insuficientes a ojos del mercado. 

Amenazas diversas

De hecho, Gotham también cita un apunte al respecto de la firma de análisis Kepler, que incide en que "las operaciones entre partes vinculadas son per se controvertidas".

Un clima de incertidumbre al que contribuyen otras amenazas como las de la aparición de nuevos informes Gotham, dado que el publicado este miércoles presenta un inquietante "Parte I" en su título principal, y una posible rebaja de calificación a cargo de la agencia Moody’s como consecuencia del episodio de las cuentas. 

Tensión financiera

Una posibilidad que, de concretarse, complicaría aun más la situación financiera de Grífols por el encarecimiento del coste de su abultada deuda y de los problemas que podría suponer con vistas a salir al mercado en busca de fondos para amortizarla.

Con todo, la compañía ya acumula retrocesos superiores al 55% desde que comenzó el año y del 32% en apenas una semana.