Joan Iglesias, el abogado inmobiliario del Arzobispado de Barcelona que gestiona mirando el Excel

El último episodio ha sido el pelotazo que ha tenido lugar con la operación de la Iglesia del Espíritu Santo de Barcelona, que el Arzobispado transformará en la nueva Facultad de Medicina de la Universidad Ramon Llull-Blanquerna (URL). La inversión inmobiliaria ha caído como jarro de agua fría sobre una comunidad destacada de feligreses, que incluso hablan de "atentado patrimonial" y operativo contra un templo que ofrece la adoración continua.

Esto es, que abre las 24 horas del día para los fieles necesitados de recogimiento. 

La huella de Iglesias

Este medio ha contactado con el abogado Iglesias para conocer cómo ha participado en el proyecto. Se ha limitado a admitir que ha tomado parte en el mismo sin añadir ninguna otra valoración. 

Imagen de la Catedral de Barcelona Cedida

Sí lo han hecho fuentes de los feligreses disconformes con la iniciativa. Han alertado de que "Joan Iglesias ha participado forzosamente en el diseño". Recuerdan que su trabajo es el de "apoyar en la gestión de la parte económica de la Iglesia en Barcelona, y no hay expediente, y menos de esta escala, que no pase por su despacho". 

Sobrino del exdelegado de Economía

Hay otra razón. "Joan Iglesias es sobrino de Antoni Matabosch Soler, el exdelegado de Economía de la Archidiócesis de Barcelona", agregan las mismas voces. Matabosch -tío- ha sido una figura clave en la conservación y valorización del inmovilizado de la Iglesia catalana. 

Fue delegado de Economía entre 2005 y 2019, y sigue teniendo influencia después, cuando lo ha sustituido el laico Gaspar Coderch. A Matabosch se le atribuyen algunos grandes proyectos de la sede metropolitana. 

Zona alta

Uno de los más polémicos fue el intento de construir de una residencia de dependientes de L'Onada Serveis en Les Corts, como explicó este medio. La reconversión de una masía de 1881 en un geriátrico del líder catalán del cuidado a mayores provocó protestas vecinales, hasta que el gobierno de la provincia eclesiástica desistió del mismo. 

Antoni Matabosch, el todopoderoso exdelegado de Economía del Arzobispado Cedida

Tampoco menor fue la reconversión de la Parroquia de Verge de La Pau, en pleno barrio de Sant Gervasi de Barcelona, en un tanatorio. La intervención llegó al mismísimo Santo Padre de la mano de algunos de los influyentes vecinos. Ante esa oposición, el Arzobispado zanjó la decisión de reconvertir la parroquia en sala de velas. 

Bienes de todo tipo

Esos han sido los proyectos más polémicos, pero no los únicos. Pero del Arzobispado penden oficialmente decenas de activos mucho menos conocidos, como un gran edificio de oficinas en la plaza Cataluña que es colindante con el Hard Rock Café.

Asimismo, el portafolio cuenta con activos en la zona alta de la capital catalana, incluyendo algún palacete y con el colosal abanico de bienes de la Fundació Privada Sant Pau, que cuenta con el Hospital homónimo, el Recinto Modernista protegido por la Unesco y otros 1.092 bienes repartidos por la ciudad que proceden de herencias. 

Inmatriculaciones

En 2018, la institución que cuelga de la Iglesia metropolitana de Barcelona inscribió 133 activos a su nombre. Los inmatriculó. Eso sí, sólo trascendieron los más conocidos, como son la Catedral de Barcelona o la Iglesia de Santa María del Mar. 

Los Salesians de Barcelona inscribieron un solar del que desconocían su propiedad Cedida

Fue el propio Antoni Matabosch quien defendió el movimiento, que tildó de "riguroso". Antes, el propio Gobierno había revelado que la Iglesia se había adjudicado un total de 1.000 bienes en España que no sabía si eran suyos. Uno de ellos, un solar de la Congregación Salesiana de Sarrià, se encuentra en uno de los distritos más cotizados de la capital catalana. 

Gestión controvertida

Además de estos "errores" en el registro de activos, como los describió la Iglesia, figura la gestión polémica de los mismos. Bajo la tutela de Matabosch, y con el apoyo legal de su sobrino, se produjo la polémica reorganización de parroquias en la Ciudad Condal. Se explicó entonces por la caída de afluencia en las mismas. 

Fue antes de la pandemia del coronavirus, cuando hubo otro capítulo polémico: las rentas. El Arzobispado no renegoció algunos alquileres de inquilinos de sus bienes pese a que el virus había provocado una caída generalizada de la economía. Esta decisión soslayó a los ciudadanos y empresas arrendatarias. 

Una "donación"

Tampoco menor es el hecho de algunas oposiciones históricas a la devaluación de los activos de la Iglesia metropolitana. Un ejemplo: la Parroquia de la Purísima Concepció, en pleno Eixample, cobra un diezmo a una institución aguda de salud mental que se sitúa pared con pared con este templo. 

Basílica de la Purísima Concepció de Barcelona Cedida

Según el párroco, se trata "de una donación libre" de la empresa operadora. Según otras fuentes, fue una "imposición" para lograr que el proyecto urbanístico asistencial empezara a caminar sin oposición de los fieles, a los que el líder religioso había prometido levantar. Al final, la contribución se paga religiosamente mes a mes.