Barcelona aprueba el proyecto que rompe a la Iglesia catalana
El ayuntamiento da el visto bueno al derribo de la Parroquia de l'Esperit Sant
15 febrero, 2024 13:06Noticias relacionadas
Barcelona ha aprobado oficialmente el proyecto que ha roto en dos a la Iglesia catalana. El Ayuntamiento ha dado el visto bueno al derribo de la Parroquia de l'Esperit Sant, que ha dividido a la comunidad religiosa entre partidarios de la operación urbanística y los contrarios
El Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona (BOPB) ha publicado hoy la aprobación definitiva del derribo de la Parroquia y su conversión en una facultad de la Universidad Ramon Llull-Blanquerna. El proyecto prevé que el edificio sea un centro educativo de primer nivel que albergue los estudios de Ciencias de la Salud.
A la justicia
Con ello, los opositores a la demolición del edificio solo tienen a los tribunales para arroparles. Pueden presentar recurso en el TSJC, pero el proyecto no se detendrá, por ahora.
Eso sí, tendrán que argumentarlo bien, porque ni el edificio ni el vitral cuentan con protección patrimonial, esto es, se pueden derribar.
División
Estas obras, precisamente, han provocado un pequeño seísmo en la Iglesia catalana. Los partidarios, alineados con el Arzobispado, alegan que la operación resultará en una facultad médica de primer nivel.
Los contrarios afean al gobierno metropolitano que tire abajo un templo que ofrece la llamada adoración continua: arropa a los fieles las 24 horas del día. Y, también, que se acabe con el mayor montaje en cristal de España.
"Se digitalizará"
En respuesta a estas críticas, la archidiócesis responde que "digitalizará" la obra artística para su consulta en un futuro. Los díscolos critican igualmente que "acabará en la basura y solo se podrá consultar por internet".
Lo que subyace es, también, un pulso por dos concepciones en la Iglesia catalana. La que encarna el cardenal arzobispo de Barcelona Juan José Omella, que algunos consideran tibia con el nacionalismo catalán, y la contraria, que pide alinear la circunscripción eclesiástica con el soberanismo.