La última operación inmobiliaria del Arzobispado de Barcelona abre una cruzada en la iglesia catalana
- Una asociación de feligreses amaga con querellarse contra el cardenal Omella por lo que consideran un delito contra el patrimonio por un supuesto 'pelotazo' de la Universidad Ramon Llull
- El pulso esconde dos concepciones distintas de la Iglesia católica: progresistas contra ortodoxos
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Pugna en la Iglesia catalana. El feligresado se ha roto y hay incluso amenazas de querellas por el anunciado derrumbe de una parroquia de Barcelona para construir una nueva facultad de la Universidad Ramon Llull (URL). El asunto ha escalado tanto, que los contrarios amenazan con denunciar al Arzobispado, que lidera el cardenal Juan José Omella, por lo que consideran un delito contra el patrimonio.
Lo detallan fieles del sector crítico. Alertan de la "fuerte pugna" en la comunidad de la capital catalana por el anuncio de demolición de la Parroquia del Espíritu Santo, en la Travessera de Gràcia. El pulso se libra entre los conservacionistas, que piden preservar el edificio y, sobre todo, su gran vitral; y los pragmáticos, que plantean tirar abajo el centro, aunque digitalizando la composición artística.
Oposición
Los críticos con la operación no son cualquiera. Un portavoz explica a Crónica Global que se han organizado en torno a la Asociación Amigos del Templo Parroquial Espíritu Santo de Barcelona, "legalizada ya ante el Ministerio del Interior".
La entidad se ha empezado a movilizar para detener las obras y preservar la colorida cristalera y, a ser posible, el resto del templo. "Hemos recogido 1.500 firmas y las hemos entregado al Santo Padre", explica su representante. Asimismo, han "encargado un estudio sobre el valor del vitral", que elaborará la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (RABASF).
"Posible delito contra el patrimonio"
Los que afean la operación urbanística advierten de que "han notificado al Arzobispado de Barcelona de que incurrirá en un posible delito de alteración del patrimonio", un tipo penal castigado con "hasta cinco años de cárcel". Además, han informado al gobierno de la provincia eclesiástica de que consideran que se "está malversando" con el uso del centro religioso.
"Además del daño patrimonial, la transformación dejará sin parroquia a unos 160.000 vecinos de la parte alta de Barcelona. Y derribará un lugar que sirve a la adoración perpetua: está abierta a la comunidad 24 horas al día", apostilla la misma fuente.
Arzobispado: "Digitalizaremos el vitral"
¿Qué dice el Arzobispado de Barcelona? A preguntas de este medio, un portavoz ha señalado que "se ha iniciado un estudio de los vitrales que hay en esta parroquia para digitalizar el contenido". Ello se hará "pese a que no exista ningún bien patrimonial catalogado".
Y esa digitalización la abordarán el secretario diocesano de Patrimonio del Arzobispado de Barcelona y la Fundación Blanquerna, que es quien se beneficiará de la obra.
Nueva Facultad de Medicina de la URL
El pulso se libra en torno a la pequeña parroquia del Espíritu Santo, que el Arzobispado ha cedido para 100 años a la Universidad Ramon Llull (URL), la institución privada que depende de la Fundació Blanquerna ligada al sector más progresista de la Iglesia, la que emana del Concilio Vaticano II.
El proyecto, que se completará en tres años, prevé dedicar unos 700 metros a actividad religiosa y otros 4.000 metros a enseñanza superior. Blanquerna estima que su nueva facultad sea "puntera" en Barcelona.
Progresistas contra conservadores
La riña en esta pequeña parroquia de Barcelona esconde otro cisma subyacente. El que divide a los progresistas contra los conservadores y que, aunque no es central en este debate, se entrelaza con el mismo.
No en vano, Josep Maria Pipo Carbonell, presidente de la Fundació Blanquena-URL, es considerado uno de los cristianos oficiales del espacio político socialista en Cataluña. Por contra, algunos críticos con la operación de Espíritu Santo de Barcelona pertenecen a una visión más ortodoxa y, por ejemplo, opuesta a la inclinación soberanista de parte de la Iglesia catalana.
Más recientemente, han pedido una oposición abierta de la jerarquía eclesiástica a la amnistía para los independentistas catalanes encausados o condenados por el procés en Cataluña, por ejemplo.