Serhs se juega su dominio del Maresme por un gazapo

Serhs se juega su renovado dominio de la restauración en la zona del Maresme por un gazapo. El grupo de cátering de la familia Bagó acaba de perder el contrato de restauración del Consejo Comarcal por un error que, si se recurre, podría desposeerle también del encargo del Consorci Sanitari. Ambos suman 12 millones. 

Es lo que atestigua una resolución del Tribunal de Contratos del Sector Público [ver aquí], que quita el contrato de cátering de la comarca de Mataró a Serhs. Lo hace porque la empresa no ha demostrado que tiene un plan de igualdad entre mujeres y hombres, que es un requisito para contratar con la administración pública.

El fiscalizador le conmina a presentar la documentación en regla. Si no lo hace, perderá una licitación que había ganado-

El dominio del Maresme peligra

La decisión es relevante porque Serhs, en dificultades económicas desde hace años, agudizadas por la pandemia, es muy fuerte en la zona del Maresme, donde tiene su cuartel general --sito en la calle Foneria de Mataró--. 

Precisamente y como explicó este medio, acaba de ganar el contrato de restauración de todo el Consorci Sanitari del Maresme, que incluye los comedores de personal y plantilla del Hospital de Mataró y sus dispositivos satélite. Esa externalización le inyectará 10,8 millones de euros. 

Problemas económicos

El lance también tiene enjundia porque el conglomerado atravesó serias dificultades durante la pandemia del coronavirus. Pese a que sus directivos se habían mostrado partidarios de la independencia de Cataluña en el pasado, tuvieron que acudir a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para frenar la sangría económica. 

Recibió 38 millones de euros del vehículo público. Globalmente, Serhs facturó 140 millones de euros en 2020 y perdió 20,3 millones. 

Conflicto de interés de Bagó padre y condena al hijo

Estas dificultades llegan años después de una tormenta reputacional contra Serhs por el conflicto de interés de Ramon Bagó, expresidente de la firma. El directivo dirigía la empresa familiar y presidía la patronal CSC, desde donde se apoyaron adjudicaciones públicas a su enseña. La Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) afeó conflicto de interés. 

Años después, fue Bagó hijo quien aterrizó en problemas. Aceptó una condena menor por estafar a Novo Banco, grupo financiero al que escondió una reestructuración de deuda.