Un estante lleno de quesos en un supermercado / CG

Un estante lleno de quesos en un supermercado / CG

Business

La gran distribución ya crece a doble dígito por el frenazo de los precios

Las cadenas elevan su facturación media por encima del 10% en relación con las cifras de hace 12 meses sin tener en cuenta el efecto de la subida de precios

28 junio, 2023 23:30

Noticias relacionadas

La notable desaceleración en la escalada alcista de los precios que se ha producido en los últimos meses comienza a tener un claro efecto en el sector de la distribución, después de 15 meses de auténtica pesadilla, con retrocesos consecutivos en su negocio. Algo que se ha reflejado de forma significativa en las grandes cadenas, en las que el incremento medio desde que comenzó el año ya supera el 10%, una vez corregido el efecto de la inflación.

Los últimos datos de comercio minorista que ha dado a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes al mes de mayo, reflejan un incremento interanual del 6% en lo que se refiere al índice general, que incluye un avance del 0,3% respecto a abril.

Tres meses por encima del 10%

Sin embargo, en el caso de las grandes cadenas, la evolución ha sido mucho más abultada, lo que da continuidad a la tendencia observada desde el inicio de 2023. Por tercer mes consecutivo, las ventas en este tipo de establecimientos mostraron incrementos interanuales superiores al 10%, con un más que apreciable 1,4% respecto al mes anterior.

El incremento medio en los cinco primeros meses del ejercicio actual es del 10,1%, un factor estrechamente relacionado con la notable moderación que ha experimentado la subida de los precios en términos generales, como quedó reflejado en el último dato del IPC.

De acuerdo con esta estadística, la inflación repuntó un 3,2% en mayo respecto al dato publicado doce meses antes, una rebaja de nueve décimas sobre la interanual de abril y la cifra más baja en casi dos años.

Números que poco tienen que ver con los incrementos consecutivos a doble dígito que se dieron a mediados del pasado año, poco después de iniciarse la invasión rusa de Ucrania, de la que acaban de cumplirse 16 meses.

La subyacente, también a la baja 

El efecto de la escalada del IPC, con avances nunca vistos en cuatro décadas, se vio reflejado en el comercio minorista, especialmente en lo que se refiere al área de alimentación, que aún en este prometedor inicio de año continúa afectada, en tanto en cuanto la inflación subyacente se mantiene notablemente por encima del índice general.

En mayo, la referencia que excluye los elementos más volátiles de la cesta de la compra (principalmente energía y alimentos frescos) registró una subida interanual del 6,1%, casi tres puntos por encima del IPC, pero significativamente inferior a las cotas próximas al 8% que había dado en meses anteriores.

Rebajas fiscales

El impacto de esta moderación ha tenido su reflejo en el subíndice de comercio minorista referido a la alimentación, que ya muestra una evolución media positiva en lo que va de 2023, con un apenas simbólico 0,1%, pero que rompe una tendencia negativa que se ha prologado de forma consecutiva durante más de un año.

Los expertos apuntan a un progresivo reflejo de la rebaja del IVA decretada por el Gobierno a finales de 2022 para los alimentos de primera necesidad, que dejaron de tener el tipo superreducido del 4% para pasar al 0%, y para otros como aceites y pastas, que pasaron del 10% al 5%.

Inquietud del BCE

Medidas cuyo efecto podría haber sido más rápido e intenso si se hubieran articulado antes de que el grueso de la escalada alcista del IPC disparara los precios en los supermercados hasta el punto de provocar un cambio en el comportamiento de los consumidores, como han reflejado las estadísticas durante los últimos meses.

No obstante, las previsiones apuntan a una progresiva moderación de los precios de la alimentación durante lo que resta de año, pese a que tanto el Banco Central Europeo (BCE) como distintos servicios de estudios han mostrado su preocupación por el hecho de que esta desaceleración se esté produciendo de forma demasiado sostenida.

Sin duda, es la principal causa por la que el organismo emisor mantiene sus previsiones de nuevas alzas en los tipos de interés en las próximas reuniones del consejo de gobierno al considerar que aún no ha logrado enfriar suficientemente la economía para aproximarse al objetivo de un IPC armonizado en torno al 2%.