Juan Miguel Villar Mir, presidente de Grupo Villar Mir / CG

Juan Miguel Villar Mir, presidente de Grupo Villar Mir / CG

Business

Tyrus, el fondo que rescató y liquidó a Villar Mir en OHL

El inversor quedará en la historia empresarial española como gran protagonista de la última etapa en la constructora de la familia fundadora

19 abril, 2023 00:00

A comienzos del pasado marzo se produjo el cierre definitivo de la etapa de los Villar Mir como accionistas de OHL (actualmente denominada OHLA), tres décadas y media después de que su patriarca, el veterano empresario Juan Miguel Villar Mir, pusiera el germen de uno de los principales grupos constructores del país al asumir la deuda de la quebrada Obrascon. Una “muerte anunciada” cuyo protagonista indirecto fue Tyrus Capital que, de este modo, se hace un pequeño hueco en la historia empresarial del país.

El fondo radicado entre Luxemburgo y Mónaco fue la tabla de salvación a la que Villar Mir se agarró en dos ocasiones, cuando la corriente de la crisis amenazaba con arrastrarle hacia un final poco agradable. En la primera de ellas, el objetivo era garantizar la viabilidad de la compañía cotizada; en la segunda, la del hólding familiar, otrora uno de los grupos industriales más fuertes del país.

La ampliación de 2015

En 2015, como consecuencia de una delicada situación financiera, la banca acreedora instó a OHL a llevar a cabo una ampliación de capital por valor de 1.000 millones de euros. Una cantidad que suponía un enorme esfuerzo económico para los Villar Mir si querían mantener su posición como socio mayoritario de la compañía, toda vez que les obligaba a suscribir algo más de 500 millones de euros. 

Fue entonces cuando, por primera vez, la participación de Grupo Villar Mir se situó por debajo del 50%, toda vez que vendió parte de sus derechos de suscripción al fondo para que fuera él el encargado de asumir parte de la ampliación y, por consiguiente, le dio entrada en el capital de la compañía.

Adiós al apoyo de Santander 

Supuso un alivio momentáneo para el histórico accionista de la empresa, aunque el oxígeno de aquella bombona no tardó en consumirse. OHL quemaba capital trimestre a trimestre y los efectos de la ampliación se diluyeron antes de que transcurriera el primer año. 

El desplome de sus títulos comenzó a amenazar la salud financiera de Grupo Villar Mir, toda vez que su participación en OHL era su principal activo. Tras múltiples procesos de refinanciación, el holding perdió el apoyo que le había prestado tradicionalmente Santander, entidad en cuyo consejo de administración llegó a sentarse Juan Miguel Villar Mir y a la que adquirió la emblemática antigua sede de Banesto en Madrid para transformarla en lo que hoy en día es el Complejo Canalejas

Entrada al banco Credit Suisse, el grupo cuyas previsiones financieras han pasado las tijeras por la evolución de la banca española / EFE

Entrada al banco Credit Suisse, el grupo cuyas previsiones financieras han pasado las tijeras por la evolución de la banca española / EFE

El primer “rescate” de esta situación corrió a cargo de Credit Suisse, hace algo más de cinco años, aunque fue efímero, dado que la entidad helvética comenzaba a evidenciar los problemas que le han llevado al borde de la quiebra debido a una desastrosa gestión.

En este punto es cuando Tyrus, que se había deshecho de las acciones de OHL que adquirió en la ampliación de 2015, vuelve al primer plano de la vida financiera de los Villar Mir. 

Venta para liquidar deuda

El fondo asumió el préstamo sindicado que sostenía la deuda del holding familiar, cuya participación en el grupo de construcción, servicios y concesiones ya se había reducido hasta un exiguo 7%, producto de las sucesivas ventas que fue realizando para atender las exigencias de sus acreedores.

Con esta situación se ha llegado hasta el primer trimestre de 2023, cuando Villar Mir ha vendido a Tyrus su último paquete de títulos en la ya rebautizada como OHLA para amortizar parte de la deuda. 

A precio de derribo

Tyrus Capital es uno de esos vehículos inversores con los que no cabe una excesiva negociación y que no duda en iniciar procesos de ejecución de garantías en el caso de incumplimientos de condiciones e impagos. 

Habitual en operaciones de compra de deuda a precios de derribo, el beneficio de estas maniobras no se encuentra precisamente en encadenar refinanciaciones mientras las ratios de apalancamiento evolucionan a un ritmo ínfimo. Bien lo pudo comprobar Villar Mir en las dos ocasiones que recurrió a Tyrus.